Si bien es cierto que finalmente se aprobó la reforma laboral, ésta quedó marcada con el triunfo del PRI defendiendo el estatus sindical, que ha protegido en toda su historia, y sobre todo su sistema corporativista que tanto le ha redituado. Lo increíble es que una alianza entre los partidos de izquierda y el PAN, que recién se había constituido para evitar, dijeron, el avasallamiento del Partido Revolucionario Institucional, tanto en el congreso de la Unión como ante el Ejecutivo, en caso que tratara de regresar el viejo PRI.
Y como no se puede tapar el sol con un dedo, observamos que esto transitó gracias a un acuerdo de último momento en que el PAN decidió ir en alianza con el PRI para dejar fuera el artículo 388 bis, en el cual se establecían las condiciones mediante las cuales un sindicato podría tener la titularidad de un contrato colectivo en una empresa, lo cual sería a través del voto de los trabajadores de la misma, los cuales escogerían con cuál sindicato buscarían ser representados de una manera libre y democrática y con esto se evitaría que los vivales extorsionadores, que aun a veces antes que una empresa esté en operación es emplazada a huelga para presionarla a que ellos sean los titulares del contrato colectivo de trabajo, sin que los trabajadores se enteren de ello, e inclusive no conozcan a sus “representantes” ni las cláusulas del contrato.
En no pocas ocasiones hay “arreglo” para levantar el emplazamiento en beneficio de los “líderes” que presentaron dicho emplazamiento, y por otro lado haría muy difícil los “contratos de protección” en donde el “líder! no trabaja inclusive en la empresa.
También fue rechazado otro de los artículos que el Senado había aprobado en esta reforma que fue el 373, referente a la rendición de cuentas de los liderazgos sindicales a sus agremiados de un resumen del manejo patrimonial de sus cuotas, y se aprobó que sea cada seis meses y en lo general, algo que hacía ver que ya no íbamos a ser testigos de otro Pemexgate; sin embargo al votar ocho panistas con el PRI y las ausencias de 11 diputados, 6 de MC , 1 del PT -su líder-, 2 del PRI, 1 del PVEM y1 del Panal, se lograron los votos necesarios para que se pudieran eliminar estos dos artículos, y no solamente eso sino que el artículo 371 que obligaba a que en las elecciones de dirigentes sindicales fuera a través del voto libre y secreto, y ahora se permite que puedan ser directas e indirectas.
No cabe duda que no se miden, pues en las discusiones los del PRI adujeron que las elecciones en los Estados Unidos así son y nadie los critica, o sea que ya somos de los países de primer mundo en lo que concierne a elecciones sindicales, lo que pudo ser una alianza duradera, según se nos dijo, en bien del país, nomás duró mientras duró, como dijo el filósofo de Güemes. Creo que en adelante será más fácil para el partido mayoritario poder imponer sus propuestas legislativas de acuerdo a sus intereses.
Ahora se regresa la minuta a la Cámara de Senadores, en donde se aprobó de mayoría y creo que calcularon que en la de Diputados tenían las condiciones para detenerla y sacarla, de acuerdo a sus intereses, como sucedió y se votó el acuerdo de que lo aprobado por ambas cámaras se enviara al Senado, autorizándolo que si así lo deciden se envíe al ejecutivo para su publicación.
Esto viene a avalar la reciente elección del líder del Sindicato Ferrocarrilero de la República Mexicana, en donde una vez más lo encabezará Víctor Flores por un mandato que terminará en 2018. Con su nuevo periodo Flores, que lidera el sindicato desde el año 1995, completará 23 años al frente de este sindicato. La escasez de jóvenes que puedan tomar la estafeta de estas organizaciones obliga a estas reelecciones. Esta votación en el senado ya tuvo sus primeras consecuencias, pues se rompieron los acuerdos para designar a los dos nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que sustituirán al Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia y a el Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano; de la terna que envió el Presidente de la República ninguno(a) obtuvo las dos terceras partes de la votación. Ahora el Ejecutivo deberá enviar otras ternas y el Senado deberá resolver en 30 días quiénes serán los nuevos Ministros; éstos creo que son los daños colaterales, tanto la relación de los partidos de izquierda con el PAN como la dificultad de que en el Senado puedan llegar a acuerdos. Veamos ahora el comportamiento de los Diputados y Senadores de izquierda el 1 de diciembre durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto, pues ahora los radicales tienen una bandera más para manifestarse.
Las condiciones de desestabilización que estamos viendo en los campus de la Universidad del Distrito Federal con actos de violencia fuera de serie nos avisan también que están tratando de “calar” al nuevo Jefe de Gobierno Mancera para recibirlo en medio de una serie de presiones, las cuales, estimado lector, creo que no les van a funcionar.