Estado de poder o Estado de derecho / Marcela Pomar en LJA - LJA Aguascalientes
22/11/2024

 

… los hombres son necesariamente susceptibles de pasiones;

están hechos de tal manera que experimentan piedad hacia los desgraciados y sienten envidia de los felices; que se inclinan más a la venganza que al perdón; además cada uno de ellos desea que los demás vivan conforme él cree oportuno, aprueben lo que él aprueba, y rechacen lo que él rechaza. De donde resulta que, deseando todos con la misma intensidad ser los primeros, estallan entre ellos conflictos y se esfuerzan por oprimirse

unos a otros y el vencedor se enorgullece más del daño que ha hecho

a su rival que del bien que ha logrado procurarse.

Spinoza

 

En la clásica historia de Daniel Defoe, Vida y aventuras de Robinson Crusoe, el protagonista, después de 25 años de vida en soledad en una isla desierta, se enfrenta con dos situaciones análogas que producen efectos completamente diferentes. Al ser salvado por Crusoe, Viernes -el nativo prisionero que iba a ser engullido por sus congéneres- se somete a su liberador y jura ser su esclavo perpetuo otorgándole un dominio absoluto y poder de vida y muerte sobre de él sin pedir nada a cambio. Tiempo después, Robinson tiene nuevamente la oportunidad de salvar la vida, ahora de un capitán de barco inglés cuya tripulación se había amotinado en su contra. En este caso, Crusoe y el capitán acuerdan su liberación bajo ciertas condiciones que beneficiarían tanto a uno como a otro.

Estas dos situaciones representan ejemplos claros de dos tipos posibles de relación entre los hombres. Edgar Bodenheimer en su libro Teoría del Derecho (FCE, 1940) explica ampliamente cómo la institución del Derecho contrarresta, regula y limita el impulso del poder y la fuerza naturales como factores de control social. Volviendo al caso de Robinson, la relación que se estableció entre él y Viernes fue de dominación y sujeción entre dos seres de diferente jerarquía, es decir, fue una relación de poder. Por el contrario, la que se estableció entre él y el capitán inglés fue una relación de Derecho en la que ambas partes reconocieron la existencia de derechos y deberes mutuos sobre la base de una cierta igualdad aun cuando no existía en la isla ninguna autoridad superior capaz de garantizar o hacer cumplir el acuerdo.


El poder es la capacidad de un individuo o grupo de llevar a la práctica su voluntad, incluso a pesar de la resistencia de otros individuos o grupos a través de medios físicos, psicológicos o intelectuales. Para comprender la vida social humana, el concepto de poder es de radical importancia. “El amor al poder es el motivo principal que produce los cambios sociales”, dijo Emerson. La búsqueda del poder en lo individual puede dirigirse al logro de influencia política, a la adquisición de dinero y propiedades, a la conquista de mujeres o a la consecución de resultados intelectuales o académicos. En lo social, la lucha de grupos, clases o naciones por el poder explica la mayor parte del devenir histórico. Mientras no encuentre una barrera, el hombre con poder abusará de éste; irá más allá, como dijo Montesquieu.

En este sentido, dentro de un Estado, el Derecho trata de mantener el equilibrio entre las fuerzas individuales y las de los gobernantes. De no ser así, se caería en la anarquía o en el despotismo. Es decir, tanto el Derecho privado como el Derecho público crean las restricciones necesarias al ejercicio arbitrario e ilimitado del poder. Así, en un Estado de Derecho se intentará reajustar las relaciones humanas por medios pacíficos y evitar la lucha constante e innecesaria, pues el Derecho, por su propia naturaleza, es restrictivo y conservador, mientras que el poder es una fuerza expansiva y revolucionaria. Sin embargo, el Derecho, que también por naturaleza adolece carencias y defectos, debe tener la suficiente flexibilidad y adaptabilidad para permitir nuevos ajustes al poder tanto de los gobiernos como de los grupos particulares.

En México, en las últimas décadas se ha observado un abuso de poder asombroso. Hemos sido testigos, por un lado, de gobiernos omnipotentes que han dañado profundamente el tejido social con decisiones autoritarias alejadas de las necesidades y los intereses del pueblo. Por otro lado, se ha visto a grupos privados sin límites en la obtención de sus propios fines a costa de la sistemática violación de las leyes y el perjuicio de los sectores sociales más vulnerables. En el deteriorado sistema jurídico de nuestro país existen profundas lagunas legales donde prevalecen la impunidad, la injusticia y la corrupción en detrimento del bien común. Este orden social que ha permitido el dominio de ciertos grupos monopolísticos sobre las decisiones económicas, políticas y sociales de trascendencia no es un Estado de Derecho. Aquí encontramos una connivencia descarada, vil y mordaz entre empresarios, legisladores y funcionarios de todos los niveles de gobierno en la lucha por el poder que ha generado graves y peligrosas condiciones de vida para los mexicanos. O rescatamos el Estado de Derecho en nuestro país o pronto seremos presa de la anarquía y la deshumanización.

 

[email protected]


Show Full Content
Previous Serán operados gratuitamente 200 pacientes con cataratas
Next Municipio entregará 15 mil cobijas por temporada invernal
Close

NEXT STORY

Close

No se recortará el recurso destinado a financiamiento a productores agropecuarios

24/10/2016
Close