- Recibió reconocimiento como Bibliotecaria del Año en la FIL Guadalajara 2012
- El premio reconoce una trayectoria de 36 años
Al descubrir los libros como el más poderoso vehículo de la imaginación, Irma de León de Muñoz inició su labor como bibliotecaria hace casi cuatro décadas en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ayer, la comunidad internacional le entregó un reconocimiento como jefa del Departamento de Información Bibliográfica de la UAA, en la categoría de Bibliotecaria del Año, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Al respecto, el rector Mario Andrade Cervantes externó que para la Universidad es un gran orgullo contar con un personal altamente calificado y entregado a las acciones de desarrollo integral en beneficio de la comunidad universitaria y la población en general. Asimismo, expresó que este premio reconoce el desempeño de Irma Graciela de León por su aporte a la bibliotecología y a las ciencias de la información, y refuerza el papel de la Universidad que no sólo ofrece servicio bibliotecario a la comunidad interna, sino a la sociedad en general, gracias a la vanguardia de los procesos de catalogación que emplea, la actualización y uso de tecnologías de comunicación e información.
Tras recibir el pergamino representativo del evento de manos de Raúl Padilla López, presidente de la FIL, Irma Graciela de León manifestó que la Autónoma de Aguascalientes y su familia le permitieron realizar todos sus ideales y apoyar a generaciones de estudiantes, catedráticos e investigadores, pues “el corazón de una universidad es la biblioteca”, lo que permite que quienes se forman puedan tener acceso a un espacio en el cual adquirir conocimiento.
El presidente de la FIL mencionó que las bibliotecas, los libros así como respaldar el derecho de acceso a la información, es fundamental para el desarrollo cultural del país, pues además de incrementar los indicadores sobre porcentajes de publicaciones leídas, existen implicaciones económicas, políticas y sociales. De esta forma, explicó la relevancia del homenaje al bibliotecario y de la trayectoria laboral de Irma Graciela de León, quien como investigadora y funcionaria destacada ha logrado que más ciudadanos accedan adecuadamente a la información.
Este premio reconoce la trayectoria de 36 años de Irma Graciela de León García, bibliotecaria autodidacta en inicio, miembro del Grupo Permanente de Trabajo de Bibliotecas de la Región Centro Occidente de la ANUIES y de la Red de Sistemas de Bibliotecas Universitarias del Centro (Resbiuc), donde ha sido secretaria y presidenta.
En entrevista, la Bibliotecaria del Año confesó tener emociones encontradas, ya que al principio, al enterarse de que sería homenajeada en la Feria Internacional del Libro 2012, sintió susto convertido en gusto, “no me imaginé nunca que por cumplir con mi trabajo, por gusto y con gusto, me fueran a dar a un reconocimiento”.
A lo largo de sus años ha tenido la oportunidad de compartir gratas experiencias al lado de sus compañeros, como fueron los cambios tecnológicos en beneficio a las bibliotecas.
La homenajeada señaló que tuvo que hacer a mano todos los requerimientos para préstamo, catalogación y clasificación de libros, hasta la llegada de las computadoras. Al no tener conocimiento de su uso, decidió entrar a un diplomado en informática, estudiando arduamente junto a sus hijos ingenieros.
Gracias a su preparación, comentó que siempre procura dar paso a nuevas tecnologías para apoyar a los usuarios, logrando prepararlos con información actualizada.
“Realmente no esperaba el reconocimiento, pero le agradezco a todo el comité organizador por confiar en mí”. Exhortó a todos los bibliotecarios a considerar las nuevas tecnologías como una herramienta que apoye todo el material impreso que se posea, puesto que otorga rapidez para localizar la información necesaria. Sin embargo, ninguna herramienta logrará compararse con la delicadeza de un libro, puesto que este último es algo que llegó para quedarse por la eternidad.
“Desde hace 10 años se decía que acabaría todo lo impreso y observen, todo sigue igual”, incluso mencionó la necesidad que tiene el hombre por sentir la información en físico, ya que al recibirla por algún medio electrónico finalmente la imprime y la mantiene entre sus manos.
“El corazón de una universidad es la biblioteca”, dijo la titular de bibliotecas de la UAA, ya que para ella, si el centro bibliotecario falla, también lo hace el cuerpo académico, de tal manera que el alumno al salir no cuenta con los conocimientos necesarios.
Con información de la UAA
