- Algo más que una gira de trabajo y de inauguración de obras indispensables
- “Y eso que aquí no votaron por mí”, diría; alguien le corregiría en silencio: “eso cree”
Durante su gira por Calvillo, el gobernador Carlos Lozano de la Torre reprochó que otros gobiernos no tuvieran interés por las necesidades de la gente. Refirió dos temas sustantivos: hace 30 años la gente pedía agua y hasta ahora el gobernador Lozano se las trajo: 28 litros por segundo, cuando lo que necesitaban eran siete litros; hoy les alcanzará para 40 años.
Y la otra: una Unidad de Hemodiálisis para 74 pacientes hepáticos, algunos hasta con tres familiares con padecimientos renales crónicos, en un Centro de Salud con 21 años de operación, pero sin ese servicio.
“Y eso que no votaron por mí”, les dijo a los pobladores, y una vocecita humilde, sencilla, de mujer madura, diría imperceptiblemente entre la multitud: “eso cree… yo sí voté por él”.
No parecía una típica gira de trabajo por un municipio más, sino algo diferente, más acorde con los momentos que vivimos, por ejemplo, como cuando recordó a su ex jefe, el gobernador Rodolfo El Güero Landeros: “ Me enseñó muchos secretos, muchas fortalezas de la política”.
Es también de bien nacidos, diría, reconocer el apoyo del presidente Felipe Calderón. Compartió que por pláticas con Peña Nieto, “sabemos que vienen buenos tiempos para México y para Aguascalientes”.
Mencionó que el 23 de noviembre será su Segundo Informe de Gobierno y les dio una buena noticia: que la Universidad Tecnológica de Aguascalientes, que antes era una subsede en Calvillo, ahora será independiente, con gobierno propio.
“Se me estaban yendo algunos fierros”, dijo y se refirió a que también habrá buenas noticias para el sector agropecuario de Aguascalientes. La guayaba de tercera clase, para industrializar, hoy tiene mejor precio.
Subrayó que impulsando nuevas inversiones es la única manera de acabar con la pobreza, y para generar riqueza hay que generar empleos.
En la comunidad de El Cuervero se anunció la inauguración de 12 obras hidráulicas, pero fueron siete: de rehabilitación en San Tadeo, reposición de pozo en El Chiquihuitero, perforación, ampliación de red y línea de conducción, las tres en Ojocaliente; y construcción de colector y rehabilitación de planta de tratamiento, en la cabecera municipal.
“Gracias, por su espíritu de servicio para con los necesitados”, le diría aquí al gobernador Lozano la beneficiaria, Albertina Loera Martínez.
El gobernador Lozano dijo que antes no había habido el interés de los gobiernos por ejecutar estas obras y explicó que a los gobiernos no les gusta hacer obras que no sea vean, como las hidráulicas; “no había habido interés de los gobiernos por estar cerca de la gente…”
Igual que Marcelo Ebrard en la Ciudad de México –que le explicaría a la gente que no se dejara engañar, que la ayuda a los adultos mayores era dinero de sus impuestos y no de los bolsillos de los políticos– el gobernador Lozano de la Torre dijo aquí a los calvillenses que el dinero para los uniformes escolares proviene de los impuestos de la misma población.
Recordó que hace 18 años, en tiempos del gobernador Otto Granados, le tocó traer a una empresa a Calvillo. Saludó, en ausencia, al padre Ignacio Calvillo Román, cuya capilla de muros color rosa y dedicada a la virgen del Carmen se hallaba a unos metros del lugar del evento, una pequeña plaza de armas, mientras el secretario de Salud explicaba a reporteros las características de la Unidad de Hemodiálisis que se visitaría enseguida. En este punto, la comitiva almorzó antes de continuar a la Unidad de Hemodiálisis, donde Lozano se conmovería con el caso del paciente Fernando Miramontes Huerta, a quien le ofreció ayuda adicional para atender su padecimiento.
Carlos Lozano de la Torre, en su gira de trabajo por Calvillo, se entregó más a la gente, saludó de mano a tres de cada cinco asistentes, de todas las edades, y por eso esta jornada parecía algo mucho más que eso.