El pasado martes 6 de noviembre el Ayuntamiento de Aguascalientes anunció la puesta en marcha del programa llamado Bono Verde; es un programa que fomenta en los ciudadanos los hábitos de reciclaje y la cultura del ahorro, a través de la separación de residuos sólidos, su entrega en los lugares de recepción establecidos por el municipio, y el pago correspondiente mediante el depósito del importe en una cuenta personal abierta en Banorte, con su respectiva tarjeta de débito para la utilización del dinero (Boletines 1261 y 1343).
Es un interesante programa que también ayudará a bajar la cantidad de residuos que diariamente se llevan al Relleno Sanitario de San Nicolás, con el consecuente incremento de vida útil, aspectos que aplican la Ley de Protección al Ambiente del Estado de Aguascalientes; permitirá interesar a las familias tanto para hacer la separación de desechos en casa, como para que tengan un ingreso monetario extra. Planean beneficiar a 15 mil tarjetahabientes-familias, con un total de 100 centros de recepción, de los que ahora tienen 16.
No obstante que “el Síndico Procurador, Ikuaclanetzi Cardona Luiz, subrayó que esta acción es un paso hacia la sustentabilidad y la cultura del reciclaje, la cual no tiene como propósito la privatización del servicio ni obstaculizar la tarea de quienes se dedican a la recolección de los desechos”, no señala la forma como se integrarán al programa estas personas y familias que tienen como actividad económica cotidiana la recolección de material reciclable.
Es un hecho que en nuestra ciudad podemos observar que diariamente y en varias ocasiones durante el día, muchos contenedores de desechos –éstos sí propiedad del municipio, mas no su contenido-, son visitados por las personas que realizan esta actividad económica y de la que reciben sus ingresos para el sustento de sus familias.
Considero que un aspecto importante de este programa, entre otros objetivos ya dados a conocer y con una orientación útil, es la valiosa oportunidad para ampliar, todavía más, la reconstitución del tejido social de la ciudad; en el combate a la pobreza, los gobiernos juegan un indispensable papel, tomando en cuenta que ésta tiene un doloroso fundamento como es la exclusión social.
Los segmentos sociales en pobreza reúnen varias características a partir de la exclusión: no tienen trabajos formales y dignos, consecuentemente, no tienen ingresos suficientes, y sus condiciones de vida derivan en permanecer fuera de los circuitos sociales de beneficios, como pueden ser la salud, la vivienda, la alimentación, el vestido, la cultura, la recreación, la calidad de vida, etcétera.
Las personas que se dedican a esta actividad económica de recolección están, precisamente, en estos segmentos sociales; de ahí que el llamado “asistencialismo social”, que consiste en que los gobiernos solamente dan y dan, si bien resuelven determinadas necesidades emergentes, lo hacen en cantidades de personas y familias que representan un porcentaje bajo del universo completo que está en pobreza, y, finalmente, no resuelven ni transforman de fondo la vida de estas familias.
La pregunta, entonces, es ¿qué alternativas podemos encontrar para, primero, poder cambiar el modelo de desarrollo asistencialista que todavía tenemos, y sustituirlo por un modelo que transforme las condiciones de vida del segmento social en pobreza y exclusión? Una respuesta es fomentar la formación de capital social.
De ahí, me parece, la valiosa oportunidad que tiene el municipio de Aguascalientes con este programa de Bono Verde; considero que están más a la mano en la participación en este programa las familias que ya tienen como actividad económica de sustento el revisar diariamente una cantidad determinada de contenedores de la ciudad recolectando algunas líneas de desechos reciclables, que los más de 173 mil hogares que habitamos en nuestro municipio (Censo Inegi 2010).
Es necesario dejar asentado que a las familias nos toca, de acuerdo al plan municipal, realizar la separación de desechos; sin embargo, al municipio corresponde precisar la forma de depósito en contenedores para su tratamiento o traslado al relleno sanitario.
Aquí es donde entraría una respuesta interesante del municipio, como gobierno, al grupo de familias de recolectores; ciertamente no es sencilla la respuesta, ya que un elemento necesario para ello es la consideración de la forma que adopta un gobierno para hacer su trabajo con la sociedad. Es decir, si gobierna con los ciudadanos, como parece estar siendo con la administración actual del municipio de Aguascalientes, o gobierna sobre los ciudadanos sin lograr su participación.
En este punto, dos aspectos: el primero sobre la importancia de la formación y desarrollo del capital social. La cantidad de personas que participan en el campo de la economía con capital privado, sabemos, es pequeña, ya que son pocos los que con sus ahorros pueden crear una empresa y contratar trabajadores.
Conocemos también el capital público, que corresponde a las inversiones y gasto que hacen los gobiernos tanto en empresas como en instituciones, que también contrata a trabajadores; sin embargo, encontramos una cantidad importante de personas que no tienen acceso económico ni en el capital privado ni en el público, y que puede encontrar un espacio de trabajo en el capital social. Es en este capital donde encontramos cooperativas de trabajadores que se unen para realizar una actividad económica y hacer su vida con esos ingresos.
El segundo aspecto consiste en idear una forma en que el municipio facilite a los recolectores seguir trabajando en esa actividad, mediante una organización empresarial al estilo de la cooperativa; de esta manera, el municipio llevaría adelante el programa verde de una manera regulada y organizada, y estos ciudadanos podrían dignificar la actividad de una forma socializada.
El efecto sería que el municipio contribuiría a la independencia auto-regulada de estas personas -evitando el que sean ciudadanos dependientes permanentes de los programas sociales municipales-, y, también los ciudadanos aprenderían a realizar sus actividades económicas como personas inter-independientes.