- Nuevo Gobierno Federal debe ser creativo en la solución de esta problemática
- Sistema educativo convencional está fragmentado, por ello Iglesia promoverá Emergencia Educativa
La guerra contra la delincuencia que ha emprendido Felipe Calderón ha dejado una cifra muy alta de víctimas, en la cual se calculan entre 60 y 90 mil muertos en todo el país, por lo que José María de la Torre Martín, obispo de la Diócesis de Aguascalientes, señaló que es necesario que exista justicia a favor de estas personas, ya que la cifra es muy elevada.
Lejos de calificar las maniobras de Calderón como positivas, el obispo sostuvo que la violencia debe ser contenida bajo una estrategia de paz, erradicando la brutalidad desde los propios hogares “tenemos que educarnos en la paz, ya que vivimos violencia al interior de las familias, en las instituciones… violencia interna, por frustraciones y falta de oportunidades”. Reiteró que esta época de adversidad que se vive en la actualidad debe ser erradicada con la conjunción generalizada por parte de la sociedad.
La contrariedad que de la Torre Martín encuentra, es que se busque erradicar la violencia con más violencia “son muchos ingredientes y los involucrados en esta violencia… El nuevo Gobierno Federal tiene que ser muy creativo para afrontar esta problemática desde distintos planos”, y en la solución debe involucrarse la mayoría de la población, pero sobre todo los diferentes niveles gubernamentales, pues ya no tiene sentido que se luche en contra del crimen, que sí está organizado, con gobiernos que representan una desintegración y una estrategia que no es correcta, ni mucho menos impulsada por todas las autoridades de gobierno.
Acerca del tema educativo, el obispo sostuvo que en próximos días se presentará el proyecto Emergencia Educativa, con el que se buscará el rescate de la educación en el estado, ya que las autoridades educativas han fallado, “buscaremos el rescate de las personas con la educación formal e informal, en las escuelas o en las familias”, ya que el jerarca consideró que en estos momentos en los que la educación ha colapsado, se deben avocar las fuerzas sociales para el rescate de la educación de las personas, con la intención de que crezca la propia sociedad, por lo que asumió el compromiso de promover la educación, en el tiempo que dure su encargo en el obispado.
Por último, aseguró que el esquema de educación escolar laica y convencional ha quedado completamente fragmentado, ya que la educación es algo más que escolarización e instrucción, pues parte de las familias, y ahora se hará con el apoyo de la Iglesia.