Estamos en la recta final de la F1, tres eventos más en Asia y se retorna a América para los últimos dos premios en Estados Unidos y Brasil, y la competencia más grande del deporte motor se convierte en la más cerrada.
Como lo declaró Fernando Alonso, terminado el GP de Japón y al no haber podido salir de la primera curva del circuito: “llevo años a 50 puntos del primero y ahora estoy adelante [4 puntos]. Ahora queda un minicampeonato de cinco carreras. Veremos quién es el que consigue más puntos”.
Sebastian Vettel consiguió acercarse a Alonso con la bandera a cuadros de ayer, pero la noticia relevante e igual pasajera es que consiguió el segundo Grand Chelem de su carrera: término a la excelencia sólo utilizado en el automovilismo para pilotos de F1 que concretan en el mismo premio la Pole Position, la bandera a cuadros, marcar la vuelta rápida y además liderar la carrera de principio a fin.
El alemán debe tener este manejo perfecto para poder acercarse y promete quedarse nuevamente con el campeonato mundial de pilotos a expensas de Fernando Alonso y el trabajo de Ferrari para regresar al campeonato de constructores.
A pesar de la lamentable y prematura salida de Alonso, Ferrari festejó con la segunda plaza de Felipe Massa a dos años de su último podio, haciendo más pesada su inminente salida de la casa Maranello. El brasileño cree que puede sumar todavía en el equipo y dejó ver lo importante que es para él el resultado.
No sólo hubo regreso al podio; la tercera posición la obtuvo Kamui Kobayashi, ascendiendo por primera vez en su carrera a una de las tres posiciones de honor, y qué mejor escenario que con su gente ovacionándolo en Suzuka. Desde 1990 los nipones no festejaban podio en casa.
El cuarto podio de Sauber le dejó sumar puntos y acercarse a 20 puntos de Mercedes, que confirmó al final de la carrera junto a Michael Schumacher el retiro definitivo de su volante y heptacampeón mundial.
Sergio Pérez dejó a desear, y más por las noticias que nos han despertado esta semana. Salió muy temprano en la carrera y esta vez no le podemos atacar la culpa a ningún otro piloto. El afán del mexicano de lograr mejores posiciones lo hicieron cegarse. Después de perder dos posiciones en la largada, comenzó a dar vueltas rápidas, marcar vueltas rápidas y pasó a Lewis Hamilton y posterior a Kimi Raikkonen, al salir de pits nuevamente los tenía delante.
Con más de la mitad de la carrera por delante para conseguir seguir avanzando, Pérez se abalanzó contra Hamilton, al no poderlo pasar por dentro, buscó en la misma horquilla la parte de fuera y no controló la cola del auto para terminar con su carrera y la esperanza de puntos. Felipe Massa le arrebató la novena posición y ahora se queda en décimo y sin darle la oportunidad a Sauber de superar en puntos a Mercedes.