El ratón del supermercado: obra para niños no intencionada - LJA Aguascalientes
15/11/2024

  • Tres cuentos breves e irreverentes de Jorge Ibargüengoitia

El público infantil es un sector al que no todas las editoriales logran cautivar, en el cierre de la 44 Feria del Libro se presentó una obra de un autor mexicano, Jorge Ibargüengoitia, ilustrado por uno de los caricaturistas más destacados de nuestro país: Magú, titulado El ratón del supermercado y otros cuentos.

Foto: Gilberto Barrón

Con un lenguaje sencillo, Jorge Ibargüengoitia logra llamar la atención de los niños, por momentos su visión crítica se asemeja a la simplicidad con que la lógica infantil capta el mundo y logran coincidir, sobre todo en el sentido del humor, incluso en la reproducción de un discurso infantil, sin dejar a un lado el estilo irónico que caracteriza al autor; en estos tres relatos, Ibargüengoitia recurre al territorio de la infancia para, desde ahí, burlarse de la severidad con que el mundo adulto espera que ocurran las cosas, el contraste produce cuentos con que los niños se pueden identificar fácilmente.

El estilo de Magú no está basado en el dibujo y la pintura tal como se les tiene concebidos “normalmente”, sino más bien es un artista que desacredita el dibujo formal y recrea la libertad de la línea y el color, este caricaturista político asegura que haber comenzado a representar de forma “espantosa” a personajes políticos de época le ayudó a ser aceptado, ya que la sociedad mantiene una molestia general hacia ellos.

Este libro es una obra que contempla tres pequeños cuentos para niños, que más que educarlos, los entretiene, ya que es una combinación de dos personajes irrelevantes, críticos sociales y políticos que más que educar concientizan y liberan la realidad de las situaciones.

Magú mencionó que la obra del autor fue hecha para niños despreocupados, y que nunca pretendió que el lector niño fuera más bueno, ni santo, ni mucho menos mejor alumno o futuro profesionista, más bien fueron escritos sin el propósito de conducirlos hacia una reflexión propia.

Ibargüengoitia relata su versión de la realidad, en el caso de la literatura política, y en el caso de lo escrito para los niños, se trata de cómo se vería el mundo de una manera sencilla. En uno de sus cuentos relata que una familia era muy pobre, y el papá hizo que ahorraran durante un largo tiempo para comprar puerquitos y hacerse ricos, pero al final gastó todo el dinero en un caballo, simplemente porque era hermoso; si éste fuera un cuento fabricado con la idea de conducir a los niños a que tuvieran un hábito de ahorrar y que cumplieran con su palabra, se diría que es un anticuento, pues no propone líneas de conducta moral, sino simplemente procura entretener.

“Papás, si van a comprarle el libro a su hijos, les advierto: está escrito por un hombre irreverente e ilustrado por un mal dibujante, pero tendrán a sus criaturas muy entretenidas” finalizó cómicamente el caricaturista.


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