El impacto de los premios Nobel en Economía en la vida diaria / Enredos financieros - LJA Aguascalientes
23/11/2024

Estimado lector, el día de hoy hablaremos de los premios Nobel de Economía. El pasado día lunes, se dieron a conocer los últimos ganadores de todos los premios Nobel de este año, y precisamente fueron los de Economía. En esta ocasión se hicieron acreedores al premio los investigadores americanos Lloyd Shapley, el iniciador de la teoría de las asignaciones estables mediante un algoritmo que parecía que predecía tanto lo que elegíamos como lo que somos forzados a elegir, y a Alan Roth, cuyo mérito fue tomar ese algoritmo y aplicarlo en la vida diaria. ¿Dónde lo aplicó? En la asignación de los riñones que estaban en lista de espera para ser donados y en conjugar esos riñones con los pacientes que necesitaban el riñón. Así de simple, así de maravilloso. Ésta es una de las ocasiones en donde el premio Nobel se le otorga tanto al que ideó teóricamente la posibilidad económica de algún asunto, como al que únicamente lo puso en práctica.

Las aplicaciones de estos algoritmos y los estudios de ambos (uno teórico, otro práctico; uno científico, otro empirista) se pueden dar en diversos campos tanto macroeconómicos como decisiones mini microeconómicas si se me permite la palabra. En este sentido, sus estudios y su teoría explica de manera científica por qué sigo casado con mi esposa y no elijo irme con otra aún cuando esté disponible y dispuesta, por ejemplo, o por qué elegimos a una Universidad o la Universidad nos elije por sobre una población más grande de postulantes.

No es mi objetivo demostrar los algoritmos y fórmulas en este espacio, pero sí hacer un pequeño homenaje a aquellos ganadores de los premios Nobel de Economía que han impactado la forma en que vivimos actualmente y que son totalmente desconocidos por todos nosotros.

A los primeros que me referiré será a los profesores investigadores Franco Modigliani y Merton Miller, ambos ganaron el premio Nobel, el primero, en 1985, y el segundo, en 1990. Su teoría de cómo se determina el valor de una empresa, y la demostración de que una empresa con deuda es más valiosa que una que no tiene nada de deuda fue el trampolín económico por el cual Estados Unidos creció gracias a las políticas de préstamo a empresas y las facilidades que se dan a las mismas para acceder a ellos. En México, como vimos hace una semana, una falta de políticas de financiamiento adecuadas ha llevado a que el país no crezca hasta como pudo haber crecido. Pues estas teorías de financiamiento-crecimiento son gracias a los escritos de 1958 y 1962 de estos dos premios Nobel.

El segundo al que me referiré el día de hoy es a John Nash. Este premio Nobel es más conocido gracias a la película de su vida que hizo Russell Crowe llamada Una mente brillante, y se le otorgó en el año 1994 gracias a su teoría de juegos. No solamente esta teoría es el principio de una basta investigación sobre el comportamiento humano y una búsqueda científica para saber cómo se comporta el mismo, sino que en la misma, este investigador lleva a postular el error de Adam Smith. Adam Smith dice que el sistema capitalista es el sistema perfecto debido a que cada uno de los individuos que está en él, buscará su maximización de la riqueza por sobre los demás, y como todos haremos lo mismo, se elevará por consiguiente el bienestar económico de la sociedad. John Nash lo refuta brillantemente diciendo que el buscar la maximización colaborativa (de dos o más individuos) de la riqueza por parte de los individuos llevará a un bienestar social verdaderamente importante. Desafortunadamente, sólo se ha tomado la teoría económica de juegos en la vida real, si este postulado se investiga a más profundidad, se llegará a una menor desigualdad económica y a una mejor distribución monetaria, así como evitaremos el pasar por encima de los demás por obtener en lo personal la maximización de mi bienestar. Podríamos decir que Nash puso de manifiesto el principio de las grandes religiones mundiales (cristianismo, catolicismo, budismo, judaísmo,  e islamismo) de repartición equitativa de los bienes de manera científica.

En fin, que celebramos el premio Nobel de Economía del 2012, primero, porque no sólo se está premiando a aquellos que buscan el bienestar macroeconómico que en ocasiones no llega a toda la población, sino también a aquellos que investigan las pequeñas decisiones que se toman todos los días, segundo, porque todos aquéllos que somos más pragmáticos y que deseamos aplicar esas grandes teorías, también podemos acceder a esos premios que parecía que eran sólo para personas verdaderamente privilegiadas.

Ahora esperemos que la aplicación de estas teorías económicas lleven a un mayor bienestar como Roth lo logró mediante el sistema de donación de riñones americano, y que los investigadores y economistas mexicanos nos “pongamos las pilas” para aplicar en nuestra realidad todos estos grandes descubrimientos.

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