- Migrantes mexicanos son los de menor participación, la clave es llamarlos al voto
- Al visitar Aguascalientes, demócrata y republicano debatieron el curso del comicio
A convocatoria de la Universidad Panamericana, La Jornada Aguascalientes y la asociación Podemos Cambiar, Lorena Chambers López y David J. Kramer, de los partidos Demócrata y Republicano, respectivamente, arribaron a esta capital para poner a discusión el modo en que México será afectado a raíz de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
En este sentido, Chambers aseveró que los latinos decidirán si este 7 de septiembre Barack Obama repite o si Mitt Romney toma el poder de la Casa Blanca, ya que tal población asciende a 50.5 millones de personas,de las cuales, el 70 por ciento de las registradas para votar, radica en 14 estados clave; Florida, Virginia, Ohio, Nevada, Iowa, Colorado son algunos de ellos.
Destacó que en los comicios de 2008 el 67 por ciento de los hispanos otorgó su voto al primer presidente de raza negra.
Por su parte, durante el diálogo que sostuvieron en las instalaciones de la Universidad Panamericana, Kramer sostuvo que las relaciones exteriores entre México y su vecino del norte “tendrán un impacto mínimo” en la jornada del 6 de noviembre.
Tras citar que la mayor parte del tiempo el conflicto protagonizado en la frontera por el narcotráfico apenas resuena al interior de Estados Unidos, recalcó que este país considera a México como elemento importante de la vida diaria, pues es su tercer socio comercial.
“Esta gente no está consiguiendo las armas legalmente, así que prohibirlas en un lado sólo quiere decir que las van a conseguir por otro… El problema es creado porque hay gente que quiere comprar las drogas, para disminuir el tránsito de drogas por México tenemos que curar las adicciones que tenemos en los Estados Unidos, eso no es fácil, es un problema que no es problema republicano ni demócrata, es problema americano y mexicano, y en conjunto tenemos que hacer los esfuerzos para resolverlos”.
El apoyo norteamericano para el combate al narco, dijo, ya no estribará en la obtención de resultados militares, sino en la asesoría para gestar nuevos esquemas judiciales.
En tales términos el republicano comentó que a unos pasos del día decisivo la conservación de la relación económica es lo más relevante entre ambas patrias.
También manifestó que su partido no es anti inmigrante, sino que sólo se opone a los migrantes ilegales. “Hay diferencias”, anotó.
Lorena Chambers expuso que entre los migrantes latinos son los mexicanos quienes ostentan la menor cultura democrática, pues pocos de ellos acuden a las urnas ante la creencia de que el orden social no puede ser modificado bajo ninguna circunstancia.
Recalcó que en este sector las propuestas del candidato Romney son desconocidas, por lo cual el afroamericano observa una ventaja.
Kramer reviró para decir que en el pasado Obama generó expectativas tan altas que ahora, producto de la crisis económica mundial y la taza de desempleo, parecen irreales.
“Hace cuatro años era mucho más fácil para Obama hacer la campaña porque él no tenía récord que defender”.
Criticó que la deuda pública vaya en aumento, y que muchas de las actividades del país sean financiadas por China.
Los participantes del debate discreparon al momento de tocar el tema de un posible fraude electoral. Ella aseveró que las probabilidades para que tal suceso ocurra son casi nulas, en tanto él manifestó que no hay certeza de absoluta inocuidad, pues en algunas urnas instaladas en Estados Unidos no se exije al votante comprobar su identidad.
A esta altura reforzó el dicho de que el Republicano no es un partido en contra de los inmigrantes.
El reto de las próximas semanas, patentizó Lorena Chambers, será elevar el número de votantes de origen centro y sudamericano, quienes históricamente han mostrado predilección por el Partido Republicano.
“Podemos cambiar la política de [forma] completa de los Estados Unidos”. Expuso que en Texas 2.7 millones de hispanos están en condiciones de sufragar, aunque por motivos culturales sólo lo hace 1 millón 100 mil.
“Si cambia Texas [su orientación] de republicano a demócrata, Texas decidiría cualquier elección presidencial, tienen tanto potencial los votantes hispanos, pero simplemente no salen… hay que cambiar ese modo de pensar”.
La campaña mediática para campar estas simpatías incrementará su volumen, y para ello serán utilizadas las cadenas televisivas de perfil indicado: Telemundo y Azteca.
De igual manera realizó una cita texual extraída de la última visita del presidente Barack Obama a Chile.
“América Latina es más importante que nunca para la prosperidad y seguridad de los Estados Unidos; con ninguna otra región tiene tantas conexiones… [los latinos] enriquecen nuestra sociedad, hacen crecer nuestra economía y fortalecen nuestra nación cada día”.
Por último, David Kramer vaticinó que el 7 de noviembre el mundo se despertará con la noticia de que Romney es el nuevo mandatario.
Chambers López apuntó la continuidad del actual y, además, dijo que el Partido Demócrata expandirá su participación en la Cámara de Representantes y obtendrá la mayoría en el Senado.