Las relaciones peligrosas
Como decíamos ayer, tres son las delegaciones federales más jugosas: SCT, Economía y Sedesol, pues es ahí donde están los recursos, además de la posibilidad de formar redes de simpatizantes con miras a ser utilizados en un proceso electoral.
Al empeño de caracterizar su sexenio como el de la creación de infraestructura, en vez de por los miles de víctimas de la guerra al narcotráfico, de Felipe Calderón Hinojosa (ya que no pudo cumplir con ser el presidente del empleo), sume los recursos millonarios que se dedican en la construcción y las miles de almas a comprar a cambio de una despensa, ¿se ve o no jugoso un puesto desde donde guiñar el ojo a los gobernadores?
Justo por eso comentábamos que, más allá del obvio cambio de administración, corrían peligro los delegados Silvia Eugenia Díaz Ruvalcaba, de Sedesol; José de Jesús Muñoz Gutiérrez, de Economía; y César Enrique Peralta Plancarte, de SCT; y es que tras uno de esos puestos anda Juan Fernando Palomino Topete, quien sufre el sueño de querer ser gobernador, de ahí que ya lleve un buen rato presumiendo los nexos que tiene con el equipo de Enrique Peña Nieto. ¿Qué tan reales son?, ¿qué tan cerca está del equipo del mexiquense?
Cerca, cerquísima, puede decir, pero sólo si es amante de la carambola y confía en la memoria, pues cuando Palomino Topete se refiere a los lazos que lo unen a Peña Nieto, en realidad está abogando a que el presidente electo se acuerde del nombre de la persona que en 2002 coordinó su campaña como candidato a diputado local para la LV Legislatura por el Distrito XIII, con cabecera en Atlacomulco, y ya que se acuerde del nombre, Peña Nieto tendrá que realizar una extrañísima conexión para ligar ese nombre con Fernando Palomino, y llegar a la siguiente conclusión: ah, es su cuñado, no pues lo voy a colocar como delegado, para que desde ahí eche a andar su campaña como candidato a gobernador de Aguascalientes. Así que, sigue soñando.
Las relaciones estrechísimas de otro palomo al que nos referíamos ayer, en las que confía Mario Guevara Palomino, también se enlazan con el equipo peñanietista de manera lejana y no llevan a Los Pinos, sino que están por el rumbo de occidente.
Le apuntamos un nombre del que depende que el actual diputado Guevara Palomino se quede o no en Aguascalientes, un amigo cercanísimo que lo podría llevar de su actual curul a una oficina en la colonia Chapalita, en Guadalajara, sería Javier Guízar Macías, quien se lo llevara al Centro SCT Jalisco.
A principios de 2008, Javier Guízar Macías rindió protesta como presidente del PRI estatal en Jalisco y dos meses antes de las elecciones (abril del 2009) tuvo que renunciar al partido, pues un grupo de la vieja guardia priísta unió fuerzas para destituirlo y tomar por la fuerza las instalaciones del PRI, además a Guízar Macías lo acusaron de haber hecho mal uso de 11 millones de pesos, reclamados por Infonavit y otras empresas.
Pero mucha agua ha pasado por debajo de ese río, y tras el triunfo de Jorge Aristóteles Sandoval en las elecciones a gobernador de Jalisco, hoy se menciona a Guízar Macías como la mano que mece la cuna para que una “nueva clase política” llegue a puestos de elección en la zona metropolitana de Guadalajara.
Para que calibre el peso que puede tener este político de Jalisco, hoy se dice que no lo corrieron del PRI, que se fue para no “fracturar” al partido y gracias a ese gesto se mantuvo la unidad y se sigue, de acuerdo a un publirreportaje, “un modelo partidista diseñado por Javier Guízar Macías para un cambio generacional y triunfador desde las elecciones del 2009 con jóvenes alcaldes y que hoy entra en una segunda etapa de continuidad con la postulación para la gubernatura de Jalisco del alcalde de Guadalajara Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, en la misma línea del candidato a la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto”. Ahí nomás.
A esa amistad confía su futuro el diputado Mario Guevara Palomino y no dude que pronto haga sus maletas para irse a Jalisco. Por ahora, sólo queda confirmar qué tan fuertes siguen siendo esos lazos, el día de ayer fue un buen momento para comprobarlos, porque Guízar Macías es íntimo también de los Arellano, y como ayer se celebró la “Tradicional Comida de Los Arcángeles” en la ganadería de La Providencia, ya nomás esperamos que algún invitado nos confirme que a la fiesta de Gabriel Arellano Espinosa llegó, otra vez, Javier Guízar Macías en helicóptero, como suele hacerlo.
Y ahora sí, ya queda amarrado todo este asunto de filias y amistades, de sueños de gobernador y ganas, pero por si hiciera falta le recordamos que apenas en febrero de 2010, Gabriel Arellano, Fernando Gómez Esparza y Fernando Palomino Topete, formaron un bloque en contra de Carlos Lozano de la Torre para cuestionar la encuesta que posicionaba al actual gobernador como el mejor candidato, incluso exigieron al actual gobernador que dejara de presentarse como abanderado del PRI porque la encuesta que presentó el CEN del PRI era ficticia, pues había sido realizada por la encuestadora de Ulises Beltrán. En ese entonces, Arellano Espinosa calificó de “ejercicio de dignidad” no permitir la imposición de candidatos y en esa olvidada conferencia en La Saturnina finalizó levantando la voz para indicar: “¿qué no van hacer nada? los van a atropellar, los van a pisar. Que nos respeten a los tres [él mismo, Gómez Esparza y Palomino Topete], y, para acabar pronto, ¡consideramos que es un mal parto!”.
Por eso y muchas cosas más, hablábamos ayer de los sueños de la lechera, pero para no aguar la fiesta, dejamos ya el tema, y cerramos de nuevo señalando: al tiempo, al tiempo.