Han transcurrido más de 15 años desde que un presidente de México contó con la mayoría absoluta en ambas cámaras y con ello laboró la agenda político-social que habría de seguirse a entero placer, desde entonces, una década y un lustro de gobiernos divididos dejan una enseñanza que no podemos soslayar, esto de cara al sexenio que se avecina, así como en las respectivas cámaras de senadores y diputados; me atrevo a decir que el escenario que se vislumbra es: la parálisis.
Hacer cambios notorios, reformas complejas, requiere de consensos del mismo tamaño y vaya, en el tiempo que vivimos, tanto social como políticamente hablando, las divisiones en las distintas materias son más que abismales. Se han planteado por parte de los “nuevos” líderes de bancadas agendas conjuntas con el afán de solucionar los problemas de México, sin embargo hay que decirlo y no hace falta mucho para comprenderlo, en la política, a esos niveles, poco es el trabajo que se refleje como un bienestar social, mucho menos cuando se tienen tantos objetivos particulares y partidistas en puerta.
Por su parte el PRI, sin entrar en detalles, plantea una agenda de reformas que implica polarización inmediata, de entrada, la Reforma Energética que claramente fragmenta al País en dos posiciones: abrirse a la inversión privada en la paraestatal o seguir un régimen puramente estatal. Y mientras el PAN por ejemplo se muestra proclive a la primera opción, la izquierda la rechaza en su totalidad. Así que ¿en dónde se encontrarán los consensos, los puntos de acuerdo necesarios para lograr desatorar ese tema que ha permanecido trabado durante tanto tiempo?
Lo mismo ocurre en la Reforma Laboral, donde la derecha no le perdonará al partido en el gobierno entrante, haber atorado durante tantos años la propia reforma “calderonista”, ahora estoy seguro se estancará la reforma que pueda plantear el presidente en turno. Y así quizá podamos seguir analizando tema por tema encontrando posibles puntos donde hagan “clic” y muchos otros donde se rompa el diálogo.
Por citar un ejemplo donde seguro se verán avances será en el apartado de la regulación de medios de comunicación y aunque está de más hablar sobre el asunto, como se plantea la etapa poselectoral donde los ánimos siguen calientes y las acusaciones son reiteradas, una Reforma Electoral se plantea necesaria y aquí hablamos de la regulación del papel de los medios en las elecciones, tratar de delinear su grado de participación e incluso su poder de decisión intrínseca, de igual forma otorgar mayor certidumbre y transparencia al trabajo de las encuestadoras que tanta polémica causaron en esta pasada elección, además de revisar a profundidad el modelo de fiscalización posterior, buscando evitar lo que ya ocurrió en este proceso electoral.
Total que el presidente de la República llegará con menos poder del que se esperaba y será a cuenta gotas como observaremos y conoceremos de cambios en materia legislativa y éstos tan sólo se podrán lograr si es que tanto diputados, como senadores, subrayando principalmente a los de oposición al régimen que se avecina, logran aceptar como un hombre de acuerdos a quien habrá de tomar las riendas de México el próximo 1 de diciembre. La LXII Legislatura comienza labores ya en un par de días, el 1 de septiembre donde debemos reconocer que lo esencial es generar cambios inmediatos en la administración pública, así como eliminar esas ideas hipócritas donde las leyes son más un asunto teórico sin alcances prácticos.
Por tanto les dejo algunas ideas exitosas en países como China y Brasil, donde sabemos gracias a reformas importantes han dado un gran salto de calidad en beneficio de su sociedad. Para empezar: se debe analizar el asunto del brindar un castigo más severo a políticos corruptos. Se debe reducir la carga tributaria y sacar una reforma fiscal inmediata. Adelgazar los procesos burocráticos que dañan en todos los sentidos. Multiplicar la inversión a la educación, la ciencia y el desarrollo tecnológico. Reducir el salario y el gasto en partidos políticos. Invertir en el campo y finalmente no estaría nada mal, plantear el tema de la mayoría de edad, esto con alcances laborales, penales y de sufragio.
De lo anterior comento, me parecen temas importantes junto con la Reforma Energética y la Política con su especial apartado en el rubro de medios de comunicación. Sabemos que México es un país que ha sido dividido y la tarea que los Diputados y Senadores, así como el Ejecutivo Federal tienen es la de, en base a su trabajo, otorgar los resultados necesarios para que los habitantes de este país recuperemos la confianza en un futuro mejor, misma que se perdió por este caos post electoral donde nadie confía en nadie.
Sabemos que tanto a la Cámara Alta como en la Baja llegaron muchos políticos electos, unos por voluntad ciudadana y otros impuestos, ahora bien esperemos que más allá de luchas intestinas y pleitos por imponer sus intereses, cumplan con sus diversas promesas. ¿Lo recuerdan? ¿Un cambio para un país estancado? ¿Un México diferente? ¿El cambio verdadero? Bien pues ya comienza el tiempo de cumplir.
