Brasilia, Brasil. 31 de julio de 2012. La risueña presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, rodeada por sus pares de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y Uruguay, José Mújica, anuncia que la República Bolivariana de Venezuela, presidida por el díscolo Hugo Chávez Frías, se ha transformado en miembro pleno del Mercosur.
Asimismo, la mandataria carioca agrega que desde ahora “el Mercosur se extiende desde la Patagonia hasta el Caribe…. Y por lo tanto ha convertido en la quinta economía del mundo con un PIB de 3.3 trillones de dólares”.
La escena arriba mencionada sirve como introducción al presente artículo, el cual tiene por objeto exhibir la importancia geoenergética, geoeconómica y alimentaria del bloque sudamericano, la cual lo convierte en la quinta potencia económica del orbe.
La génesis del Mercosur comienza en el año de 1985, cuando los entonces presidentes de Argentina, Raúl Alfonsín, y Brasil, José Sarnay, firmaron en la localidad brasileira de Foz de Iguazú, la declaración homónima. Este documento comprometía a los dos países sudamericanos a promover la recuperación de los flujos de comercio bilaterales.
Posteriormente, el 26 de marzo de 1991 se signó, en la capital guaraní, el Tratado de Asunción, entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Este pacto tenía por objetivo formar una unión aduanera y coordinar las políticas macroeconómicas. A partir de entonces, se avanzó a paso lento pero seguro. Sin embargo, el camino no ha estado libre de sobresaltos, sobre todo debido a la reciente remoción del presidente paraguayo, Fernando Lugo. Este hecho implicó la suspensión de esta nación de la organización.
La importancia geoenergética del organismo sudamericano radica en los gigantescos yacimientos de petróleo y gas recientemente descubiertos en la costa atlántica de Brasil. Esta jerarquía es debido al hallazgo, en el año 2007, del gran yacimiento de gas llamado Tupí, situado a 250 kilómetros de las costas de Río de Janeiro. La veta en cuestión tiene un potencial de 8 mil millones de barriles de petróleo aprovechables. No por nada, el dux carioca, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó a este venero “la segunda independencia del Brasil”1.
Más todavía, Brasil es el segundo productor más importante de etanol, combustible producido a partir de la caña de azúcar, en el mundo, su mayor exportador a nivel mundial y la originaria economía en lograr el uso sustentable de los biocombustibles.
Por su parte, Venezuela posee la séptima mayor reserva de petróleo del planeta, la cual se encuentra localizada en la cuenca del río Orinoco. No obstante, el 75 por ciento corresponde a crudo extra pesado, el cual es relativamente difícil de extraer.
En el aspecto geoeconómico, Sao Paulo, Brasil es junto con Toulouse –el hogar de Airbus– y Seattle –sede de Boeing– uno de los principales centros para la producción y diseño de la industria aeroespacial, pues en dicha ciudad carioca se encuentra ubicada Embraer, la principal firma aeronáutica del Brasil y, por ende, de América Latina.
En lo referente a la cuestión agropecuaria, Argentina es el principal productor de aceite de soja, girasol, limones y yerba mate del mundo. Asimismo, Brasil es el más importante productor de café y jugo de naranja, y tiene el mayor hato ganadero bovino del orbe. Las exportaciones cariocas en este rubro son por más de 100 mil millones de dólares.
Después de esta exposición sobre las fortalezas del bloque económico del Cono Sur, hay que referirse que a instancias de Dilma Rousseff se iniciarán negociaciones para, a la brevedad posible, incluir a Ecuador en Mercosur. Este movimiento diplomático es visto como una manera de contrapesar las maniobras de los Estados Unidos, quienes buscan, a través de sus adláteres latinoamericanos, socavar el liderazgo de Brasil en la zona y eliminar a Hugo Chávez.
Es menester mencionar que Mercosur tiene problemas en cuestiones de infraestructura, distribución de la riqueza, gestión macroeconómica deficiente –en particular Argentina–, y educación. Además, la sombra del proteccionismo campeaen América del Sur, baste recordar las medidas proteccionistas implantadas contra la industria automotriz mexicana a principios de año. Finalmente, el diferendo que Argentina y el Reino Unido sostienen sobre la posesión de las islas Falklands/Malvinas plantea una serie de interrogantes en los aspectos diplomáticos y geoestratégico que no ha podido ser resueltas.
A pesar de lo anterior, no es aventurado pronosticar que, bajo la égida de Brasil, Mercosur está llamado a jugar un rol en la novel arquitectura geopolítica del naciente siglo XXI.
(*) Colegio Aguascalentense de Estudios Estratégicos Internacionales A.C.
Aide-Mémoire.– Las masacres en Aurora y Milwaukee son una muestra palpable de la “Locura Estadounidense”. n
1.-Tupi is “second Independence for Brazil” http://www.upstreamonline.com/live/article177455.ece(Acceso 06/08/12)