Era un deleite verla en televisión, en las mesas redondas, o cuadradas, o rectangulares, o donde la forma era lo de menos cuando el fondo era lo demás, para debatir con ese talante y talento muy suyo, con esa inteligencia y puntualidad que siempre le caracterizaba. Su honestidad personal y profesional me complacía. Era muy clara en el decir y muy puntual en el hacer. Su actitud me llevó a identificarme con ella.
24 HORAS que dirige el periodista Raymundo Riva Palacio le dedicó la nota principal del día 14 de este mes. Hoy la pongo ante sus ojos, rogando a Dios que correctoras y formadores de versiones impresa y en línea respeten el texto original y no le den en la torre con innecesarias modificaciones, empezando por desaparecer las itálicas, muy socorridas en la reproducción de artículos para no ser señalado como vulgar plagiario.
María y su eterna sonrisa.
Sin perder nunca su sentido del humor, la encuestadora e investigadora María de las Heras, trataba de ver siempre el lado positivo del último año de su vida; ayer falleció a los 53 años de edad
María de las Heras de Polanco, una de las encuestadoras más reconocidas en México y el mundo, cuya sonrisa era su carta de presentación y el tono elevado de su voz inyectaba vida, murió ayer en la Ciudad de México, por complicaciones derivadas un tumor en el pulmón. Tenía 53 años, y los portaba con garbo.
Siempre simpática y malhablada, nació en México de padres españoles, que la llevaron a los cuatro años a España para regresar dos más tarde, según recordó su hijo Rodrigo. Con ese ligero acento español que se le quedaría para siempre, era franca y directa. Nunca utilizaba un lenguaje sibilino, lo que le llegó a generar problemas de muchos tipos, inclusive políticos.
Quizá el más notable fue en 1994, tras el asesinato de su gran amigo Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la Presidencia. De las Heras participaba en el cuarto de guerra del candidato, donde tuvo varios enfrentamientos con el coordinador de la campaña, Ernesto Zedillo, por lo que consideraba era su desconocimiento de la opinión pública. Su relación no era tersa.
Por eso, después de que Zedillo, candidato de emergencia, ganó la elección presidencial, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari la mandó llamar a su oficina, que era insólito, para preguntarle qué pensaba hacer. Extrañada, le dijo que no sabía.
Salinas le preguntó sobre su relación con otro cercano a Colosio, César Augusto Santiago, entonces novio de De las Heras, y le dijo que porqué no lo nombraba embajador en Brasil. Quedó sorprendida y sin muchas palabras. Salinas retomó que, para eso, tendrían que casarse, porque no sería bien visto en el cuerpo diplomático una pareja en Brasilia en unión libre.
De las Heras le dijo que prepararía su boda, pero Salinas, impositivo para muchas cosas, se interpuso en el camino y les organizó la boda en el Salón López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos. Antes de ir a Brasil, mientras esperaban el beneplácito, les sugirió que se fueran de luna de miel, que duró dos meses en Europa. Ella siempre dijo que se trató de un exilio que les procuró Salinas para evitar una posible represión por parte de Zedillo.
Al regresar, con el beneplácito del gobierno brasileño, las aguas estaban más tranquilas, por lo que Santiago nunca asumió la representación diplomática.
Porque alguien tiene que escribirlo: Agradezco al director editorial, Luis Fernando Ramírez Díaz, la reiterada exclusión en el sumario de colaboradores, llamado “opinión”, que se ubica en la contraportada del diario. Las malas artes y su notoria aversión a Vale al Paraíso (cursivas, ojo correctoras) se las copió a su ex jefa, probablemente.
También aprecio los buenos oficios del editor de lajornadaaguascalientes.mx, Edilberto Aldán, para alterar mis textos y omitir el correo electrónico al final de la colaboración. Mucha alcurnia y nada de coda. El respeto al trabajo ajeno no forma de su cuadro de medallas. Le rebasa la flojera y la prepotencia. A desquitar el sueldo y bajarle a la arrogancia, propongo.
La troika de LJA presiona. Quiere desgastarme. Insulta con su proceder Se pliega a la solicitud del supremo poder. Labra mi salida. Soy incomodo a sus intereses. Extravía las coordenadas para hacer periodismo de primer mundo: libre empresa con prensa libre. O lo que es lo mismo: la compra de gacetillas no lleva implícita la venta de conciencias.
A lo mejor, esa no es la intención, sino que le supera la mediocridad, le gana la inocultable ineptitud y la evidente irresponsabilidad.
A los dos personajes mi consideración, pero sobre todo, mi admiración: peor, imposible.
La llegada de otra estrella al firmamento periodístico en Aguascalientes debería de hacerles reflexionar. La nueva competencia diaria demandará seriedad y profesionalismo.
