La educación, ¿un reductor o reproductor de la desigualdad? / Borrador de futuro - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Uno de los temas que han inundado el debate público durante la última década es sin duda el tema de la desigualdad de ingresos. Esto en mayor profundidad en América Latina. Si en algo se ha caracterizado esta región es en eso. En su profunda desigualdad. Existen variedad de cálculos objetivos que lo sustentan. El principal, que en realidad debo de confesar mi desconfianza metodológica, es el coeficiente de Gini (índice cuya escala va del 0 al 1; mientras más se acerque al 1, más desigual es la distribución de ingresos de la sociedad en cuestión). De acuerdo a este coeficiente, a mediados del decenio del 2000, América Latina, con un coeficiente de 0.53, era 18 por ciento más desigual que África Sursahariana, 36 por ciento más desigual que Asia y 65 por ciento más desigual que los países avanzados. Al respecto, la mayoría de los investigadores actualmente destacan que la educación puede incursionar como un factor esencial en la reducción de la desigualdad en la región. No obstante, es pertinente cuestionarnos si es tan así.

Ya en 1964, Pierre Bordieu marcó una pauta. Ésta con un tinte más escéptico. En su obra Los herederos este autor en coautoría con Jean Claude Passeron, analizaron exhaustivamente el sistema educativo francés. Sus conclusiones principales sostienen que la escuela, lejos de actuar como una institución “democratizadora”, re-direcciona las trayectorias de los estudiantes, las cuales quedan directamente relacionadas con el origen socioeconómico de cada uno. En otras palabras, plantean que la educación, a través de sus mecanismos de selección así como de sus métodos de dominación, opera como un reproductor de la desigualdad. Éste representa uno de los argumentos más fuertes en cuanto a educación y desigualdad se refiere, y que por lo tanto muchos investigadores plantean como hipótesis a validar o en su defecto a rechazar.

Contra-argumento. Para el año 2010, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó una compilación que implícitamente busca rechazar el postulado de Bordieu. La compilación estuvo a cargo de Luis F. López Calva (del PNUD) y de Nora Lustig (Departamento de Economía de la Universidad de Tulane). A través de metodologías sofisticadas y empíricamente robustas, los trabajos validan que durante el decenio del 2000, se logró una reducción en la desigualad de ingresos en la región. Una de las principales razones que se destacan es la expansión general en los niveles de educación, lo cual se vio reflejado en una disminución de la prima salarial calificada (en específico con educación terciaria). En este sentido, el cambio tecnológico juega un papel esencial. Si bien al principio puede tener un efecto desigualador, en el largo plazo este fenómeno se estabiliza. Esto se explica debido a que una vez que se termina la fase de aprendizaje y los trabajadores se tornan realmente eficientes en el empleo de las nuevas tecnologías, las empresas sustituyen la mano de obra calificada y relativamente costosa, con mano de obra no calificada y más económica. Es decir, la desigualdad disminuye en mayor medida debido a los cambios tecnológicos. No tanto debido al mejoramiento educativo. Por ende, dos pendientes se plantean en las conclusiones: calidad y acceso a la educación superior.

Así pues, un tema pendiente es la calidad educativa. Asimismo lo es ampliar la cobertura en la educación terciaria. El tema en la reducción de la desigualdad se debe a la disminución en la brecha salarial, no a un aumento sistémico en las oportunidades de obtener una educación de mayor calidad. Tampoco a reducir los costos de oportunidad de cursar estudios terciarios para los jóvenes de hogares de ingresos bajos y medios. Ahí está el reto.

En conclusión, el aumento del nivel educativo en la región ha sido considerable. No así el aumento de la calidad ni el acceso a obtener una educación superior. Estos son pendientes que estarían manteniendo el escepticismo heredado por Bordieu. Mientras tanto, sigue la pregunta en el aire: ¿la calidad y el acceso a mayores niveles de educación están vinculadas al nivel socioeconómico de las personas?…

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