El posicionamiento en que se encuentran los magistrados integrantes del tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJP), muestra que al igual que la mayoría de los políticos que dirigen el país, son personajes parasitarios, sostiene Adán Baca Morales catedrático e investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Señaló, además, que así lo muestran las declaraciones que han hecho en los últimos días, con las que sostienen que la elección no será invalidada, esto a pesar de lo evidente de los fenómenos con los que se compró una gran cantidad de votos a nivel nacional.
Otros de los personajes que se mantienen en la omisión, sobre la forma en que inequitativamente se utilizaron recursos por parte del PRI y de la estructura que se mantuvo al servicio de la campaña de Enrique Peña Nieto, son los consejeros del Instituto Federal Electoral, ya que éstos simplemente están volteando hacia otro lado, negando en todo momento la existencia de factores que influyeron en el supuesto triunfo de EPN, “solamente fue el consejero Alfredo Figueroa quien manifestó que no existían los elementos por que no se hizo una investigación… pero el resto de los consejeros argumentan que el IFE no cuenta con facultades para investigar” pero a pesar de que se contara con las facultades, éstas no serían explotadas, tal y como pasa con la unidad de fiscalización, y muchas otras, aseguró Baca Morales
Sobre el estatus que mantiene la democracia a nivel nacional, el especialista en partidos políticos y procesos electorales, indicó que realidad es que la incipiente democracia con la que vivimos en el país se encuentra muy lejana de alcanzar a conocer lo que realmente es este modelo, ya que este se quedó en un ámbito instrumental de apariencia solamente, la cual ha mantenido nulos avances desde que se tiene conciencia de que se adoptó esta forma de vida en el país, “la democracia que existe en el país es muy limitada… pero eso no es democracia, la democracia implica una mayor nivel de participación”. La muestra es que en el país todavía nos encontramos en el debate por la aprobación de cuestiones como el plebiscito, el referéndum o la revocación de mandato, cuestiones que hace décadas se aprobaron en otros países.
Otra de las cuestiones que muestran los lentos avances democráticos que se viven en el país es la integración de los presupuestos participativos (PP), los cuales habrán de utilizarse de forma simulada, tal y como se hace con muchas de las adopciones que se hacen en México; los PP implican la incorporación de una gran parte de la sociedad para saber en qué se gasta el dinero, lo cual está por estrenarse en el DF. No se duda de la limitación en la que se mantendrá este ejercicio, ya que todo es simple retórica sobre la implementación, para atraer los reflectores y posicionarse electoralmente.