- Supera los 700 mil pesos la manutención de este centro de atención infantil y de adultos mayores
- Los padres pueden recuperar a sus hijos posterior a su formación en esta institución: obispo
Son más de 59 años en los que la Ciudad de los Niños ha brindado la atención a sectores que sufren abandono y rechazo por padres, por familiares o por la sociedad. Gracias a los apoyos que se conjugan con la finalidad de otorgar una plena formación a los infantes, se logra que vivan de una manera decorosa, y que reciban el amor y la atención que en algún momento se les negó.
En esta ocasión, la celebración fue por la entrega de la dirección en la que se desempeñó el presbítero Neftalí Salazar Dondiego a lo largo de siete años, quien aprovechó el momento para rendir su último informe correspondiente al ciclo 2011-2012. Durante este tiempo se atendió a 244 internos en diversas situaciones de vida, obra que se alcanzó por el apoyo de los más de 635 bienhechores, de los cuales 503 otorgan recursos económicos y el resto brinda un apoyo en especie que es necesario, ya que el costo de la manutención de la Ciudad de los Niños supera los 729 mil 676 pesos mensuales.
La dirección de la Ciudad de los Niños ha quedado en manos del presbítero Alejandro Hernández Avelar, quien nos manifestó que es una gran responsabilidad inculcar valores en los menores, con base en la transformación de los antivalores con los que llegan; la intención es generar una fortaleza espiritual para que enfrenten los problemas. Lamentablemente la situación de abandono se acentúa cada día más en sectores como el infantil.
Al entrevistar a José María de la Torre Martín, obispo de la Diócesis de Aguascalientes, sostuvo que esta institución siempre contará con las puertas y los corazones abiertos a las personas que sean rechazadas, “esperamos que los seres humanos no sean rechazados más, ya sea por ser un anciano o un niño”. No descarta que posterior a la formación de los menores en esta institución, los padres puedan recuperar a sus hijos e integrarlos a sus vidas nuevamente.
Me pregunto por qué el P. Alejandro ha suspendido a quienes, con entrega, pasión y cariño, incluyendo una disciplina interesante, llevaron a los niños a conquistar, a través del deporte, mucho de su persona, de su conciencia de sí, de su libertad, sin olvidar el ser campeones de torneos deportivos