Una de las grandes fortalezas de Spider-man (2002), la primer película del director Sam Raimi con este personaje de cómic, fue la selección del casting, Tobey Maguire encarnaba a la perfección a Peter Parker tal como lo describían tanto la historieta, como la versión animada, lo mismo podría decirse de Kristen Dunst como Mary Jane. Desafortunadamente, conforme fueron apareciendo las siguientes dos versiones fílmicas, el personaje fue perdiendo su esencia para convertirse en un verdadero tarado que nada tenía que ver con el buen spidey, por lo que celebré que finalmente Marvel recuperara los derechos sobre Spider-man y decidiera adoptar la política de borrón y cuenta nueva.
Andrew Garfield como Peter Parker a mi me parece una elección bastante extraña pues poco tiene que ver con la imagen que presentaba el cómic, quizás su complexión física sí da la talla para ser Spider-man, pues es más delgado y flexible de lo que era Maguire, lo que le proporciona al héroe una figura estilizada más propia de los arácnidos y mucho más acorde a las ilustraciones de Steve Ditko —el artista creador, junto con Stan Lee, de muchos de los súper héroes de Marvel— pero, esa cabeza tan grande (o será sólo el cabello) colocada en un cuello larguísimo, no parece pertenecer a la misma persona una vez que se coloca la máscara.
Otro punto que me parece incongruente en la selección de Andrew Garfield es la edad que se supone debe tener Parker, entre 17 y 18, y si bien el actor no representa sus 29 años, tampoco parece pertenecer a la población estudiantil de una preparatoria, y es el mismo caso para la protagonista femenina Ema Stone, de 24 años, como Gwen Stacy.
La película inicia cuando Peter Parker es aún un niño, hijo de un importante científico que de pronto ve amenazada su seguridad y la de su familia a causa de sus descubrimientos, lo que lo obliga a dejar a su pequeño a cargo de su hermano y su esposa (el tío Ben y la tía May) mientras que él y su mujer van a “atender unos asuntos” —el porqué de esta decisión tan extraña, dejar al hijo y llevarse a la esposa, es una línea de argumento que se siente muy débil y que distrae al espectador quedando como hilo suelto que espero se solucione en posteriores secuelas— para no volver jamás, dejando a Peter huérfano y confundido, con un sentimiento de rechazo, el cual posteriormente perfila la personalidad del hombre araña.
Ya como un adolescente, Peter se presenta como un joven solitario —aunque no un paria como es presentado en las otras cintas— pero seguro de sí mismo, y dispuesto a enfrentarse a las injusticias de su entorno, a pesar de las consecuencias. Conocemos además, a Gwen una chica inteligente que ha capturado el interés romántico del adolescente.
Por casualidad Peter encuentra los documentos que detallan la investigación de su padre y comienza a profundizar en ellos buscando conocer y entender las acciones de su progenitor. Esto lo lleva a Oscorp, empresa donde trabaja el Dr. Connors antiguo socio de su padre. Y curiosamente, también es el lugar en donde Gwen es la asistente de Connors y jefa de internos (¿de verdad, una estudiante de preparatoria?). Ahí Parker —quién resulta ser también un genio capaz de violar dispositivos de seguridad súper avanzados y entender el funcionamiento de equipos ultra sofisticados— no sólo conoce y comienza a trabajar con el prominente doctor, sino que además, entra en contacto con la famosísima araña radioactiva que lo muerde y le proporciona los poderes y la identidad de Spider-man.
Mientras que Peter comienza a conocer sus nuevas habilidades —en una serie de secuencias que son lo mejor de toda la cinta— el doctor Connors, utilizando una fórmula que el joven había encontrado en los papeles de su padre, y que resultó ser la pieza que faltaba a su investigación, se ve forzado a probar en él mismo su experimento, teniendo un resultado inesperado, el cual le proporcionará al hombre araña su primer archirrival: el doctor lagarto.
Este largometraje no resulta ser otra cosa que un muy largo capítulo de la serie televisiva, todo el argumento resulta débil y mal fundamentado, ¿por qué se van los señores Parker dejado solo a su único hijo?, ¿cómo es que Peter y Gwen pueden trabajar en investigaciones tan avanzadas cuando son sólo estudiantes de prepa?, ¿y cómo es que siendo jóvenes genios, su aptitud académica ha pasado desapercibida en su escuela?, ¿de dónde saca Peter material y dinero para fabricarse no sólo un traje que aguanta todo sino los lanzadores de telaraña y la telaraña en sí?, ¿qué pasa por la mente del capitán George Stacy para preferir atacar al súper héroe cuando el villano está destrozando media ciudad?… En fin, estos y otros cuestionamientos que parece no tendrán respuesta, pero que convierten a este blockbuster en una llamarada de petate y en una cinta completamente olvidable.
Si no fuera por esos momentos en los que Spider-man se columpia en su telaraña, la experiencia no valdría la pena, y ciertamente no vale pagar el extra para verla en 3D.
Algunos apuntes:* Se agradece que haya tratado de poner de manera adecuada el nombre de héroe de Marvel en inglés, aunque la redacción correcta sería Spider-Man.* En efecto, el personaje de Tobey se fue volviendo un tarado* Los derechos “no regresaron a Marvel”, luego del desastre de la tercera película dirigida por Sam Raimi, tanto el elenco como la producción se encontraron en un punto donde no podían continuar, así que el estudio (Columbia/Sony) decidió esperar 5 años para un concepto que se retcon (o continuidad retroactiva), dando reset a todo lo hecho sobre el personaje en el cine.* Los derechos siguen siendo de Sony, tanto así que Laura Ziskin siguió en labores de producción, las únicas cintas de Marvel Studios son las referentes a Los Vengadores (Hulk, Thor, Iron Man, Capitán América y otros por venir). Los Hombres X, Daredevil y Los Cuatro Fantásticos son de 20th Century Fox. Ghost Rider también es de Sony.
A mí sí me parece El Sorprendente Hombre Araña, pues no es la típica película que conocemos de Peter Parker, sino que muestra a un Spider Man diferente y más sentimental, donde se muestra su pasado, busca quién es y quién quiere ser.