En el 2000, en el Balneario y Centro Deportivo Ojo caliente, un anuncio versaba: “se prohíbe la entrada a perros y homosexuales”, el rechazo a ese tipo de prácticas discriminatorias fue el detonante para que manifestara su inconformidad este sector de la sociedad que por décadas ha sufrido la trasgresión sus derechos humanos y constitucionales.
Son ya 12 años desde que la comunidad homosexual tomó de forma enérgica las calles y exigió un pleno respeto a sus derechos humanos, sin embargo, a pesar de que ha transcurrido más de una década de esa histórica manifestación en el estado, las formas discriminatorias que la sociedad, gobiernos y medios de comunicación ejercen en contra de este sector llegan a niveles que dan una clara muestra de que en el país no todos gozan de las libertades establecidas en la Constitución, así como en los tratados que México ha firmado a nivel internacional.
Hace unos días se consumó un hecho que ha dejado una profunda herida en este sector de la sociedad, y que representa el poco avance existente en cuanto a procuración de los derechos, ya que los niveles de discriminación y el nulo apoyo de las instituciones orillaron a Juan Roberto Pacheco Martínez, de 41 años de edad, a que tomara la decisión de terminar con su existencia, al ser víctima de segregación constante en muchos aspectos de su vida cotidiana, y después de fallecer sigue siendo blanco de las agresiones por parte de medios de comunicación sin sentido de ética ni profesionalismo.
Al entrevistar a Natasha Ortiz Torres, vocera de la asociación Fangoria Nice de Aguascalientes, indicó que las formas con que la sociedad ataca al sector que opta por una orientación distinta a la heterosexual son la discriminación, las etiquetas sociales, el rechazo hacia las mujeres transgénero, entre otras; lo que les orilla a tomar decisiones con consecuencias irreversibles, pero lo que encuentra más lamentable, es que no existen instituciones que brinden apoyo completo, es decir, que se dé seguimiento de las situaciones que viven las personas con este tipo de preferencias sexuales y que por ende, se evite que se puedan registrar más casos de suicidio.
Para Natasha Ortiz los medios de comunicación del estado son uno de los factores que mantienen en un absoluto atraso a la sociedad aguascalentense sobre la apertura a los temas de diversidad sexual y el respeto de las personas con este tipo de preferencias, “realmente lo que sucede es que la gente no sabe y no denuncia a los medios de comunicación por sus tratos discriminatorios”, en referencia a la forma en que algunos de ellos manejan la información, siendo sobre todo de manera amarillista y llena de calificativos con contenido altamente discriminatorio.
Una cuestión que deben de tomar en cuenta los medios locales es que México ha firmado varios tratados internacionales con los que se debe de garantizar el respeto a los derechos de las personas homosexuales, en los cuales se establecen sanciones millonarias a quienes lleguen a atropellar los derechos de estas personas. Al respecto Natasha Ortiz señaló: “no debemos tener temor… Yo en una ocasión denuncié al director de Tribuna Libre ante la Conapred [Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación] por sus altos contenidos discriminatorios”, ya que por esta forma de manejar la información se promueve una cultura de intolerancia y odio en la sociedad aguascalentense.
Salma Luévano Luna, presidenta de la asociación Juntos por el Camino de la Diversidad, sostuvo que a pesar de los avances que ha logrado la comunidad gay en Aguascalientes “la sociedad en general nos ha llegado a meter en un estigma de que somos personas enfermas mentales, denigrándonos totalmente… pero lamentablemente no todas las compañeras o compañeros pueden soportar esta situación de discriminación”, señalando que si el Estado Mexicano, y en concreto las autoridades estatales, son incapaces de generar las condiciones para que exista un pleno respeto a sus derechos, debe ser la misma comunidad homsexual la que se apoye de forma interna y fraterna, generando una barrera que les resguarde de ataques de los que constantemente son víctimas.
Por último, planteó que lo que hasta ahora han mostrado las autoridades con su omisión hacia la protección de este sector, es que las personas homosexuales son considerados como ciudadanos inferiores a las personas heterosexuales, por lo que el suicidio de hace unos días es una llamada de alerta para que el Estado mire de inmediato hacia esta comunidad de personas, la cual se encuentra en total inatención y vulnerabilidad.
Fotos Roberto Guerra