Repuestos de la conmoción nacional que suscitó el escándalo político del año, atribuido al diario británico The Guardian que publicó documentos probatorios de los “acuerdos” que la empresa Televisa signó con Enrique Peña Nieto cuando éste gobernaba el Estado de México, amplios sectores de nuestra sociedad no tardaron en mostrar su indignación ante los convenios pactados entre una televisora y el mandatario mexiquense para posicionar su imagen con dinero público rumbo a las elecciones presidenciales del 2012 y de paso ensuciar y descalificar cada una de las acciones de Andrés Manuel López Obrador como una estrategia en la que no estuvo ajeno Vicente Fox. Ante tales acontecimientos el candidato del “Canal de las estrellas” no ha convencido a nadie de lo contrario. Esta situación de la que no escapó un ex presidente de la República, hoy aliado de Peña Nieto, explica el alto grado de corrupción de los medios masivos de comunicación al servicio de determinados actores políticos que pactan a su antojo con las televisoras con absoluta opacidad. Esta situación obligó a Carlos Loret de Mola, empleado de Televisa, a aceptar a través de las redes sociales que todo lo dicho por el rotativo inglés era absolutamente cierto. La reacción del emporio televisivo no se hizo esperar y exigió inmediatamente una “disculpa pública”, por el “sesgo informativo” que The Guardian dio a la nota periodística que reveló lo que ahora es notorio y público un complot contra López Obrador operado desde las altas esferas del poder, hecho que como copia al carbón se ha repetido en el actual proceso electoral contra el candidato del Movimiento Progresista.
Bajo este contexto, Andrés Manuel López Obrador llegó a la ciudad de Guadalajara a participar en el segundo debate cuyo resultado saltó a la vista y que le permitió confirmar su madera de estadista, ante una Josefina Vázquez Mota que utilizó la mentira, conducta éticamente incorrecta y reprobable, como un recurso en el debate, buscando descalificar a ciegas a sus adversarios y sacar provecho ante su inminente debacle electoral. Mentir con la mira de atraer el voto de los indecisos y buscar una reacción en el electorado, es una conducta deleznable y un desesperado proceder que subestima la inteligencia del pueblo. Por lo que respecta a Enrique Peña Nieto poco hay que decir y el próximo primero de julio la verdadera encuesta lo colocará en su verdadera dimensión. Gabriel Quadri por su parte intentó en vano tirar línea a los candidatos para que respondieran a sus cuestionamientos en lugar de sujetarse a los temas del debate. Su estrategia no sólo fue equivocada, sino que resultó un fiasco para la audiencia. Así las cosas, no es casualidad la difusión de los nuevos spots de televisión que el PRI y del PAN están difundiendo ante la complacencia del IFE cuyo objetivo principal es denostar a López Obrador y dañar su imagen en momentos en que su crecimiento electoral va en aumento en contraste con sus adversarios políticos que sufren caída libre.
Hoy en la Plaza de la Patria, Andrés Manuel López Obrador prolongará el festejo nacional de quienes creemos en el cambio verdadero. Estamos ciertos que la juventud mexicana con el movimiento #Yosoy132 representó un parteaguas en los procesos electorales de México y un despertar de la conciencia de los jóvenes, inconformes con la corrupción y la impunidad que todo lo envilece y que los medios masivos de comunicación esconden y revelan cuando así conviene a sus intereses.
El cambio verdadero está por llegar y ahí estaremos para contribuir a esa hazaña en la que el pueblo organizado será el principal protagonista. ¡Bienvenido Andrés Manuel López Obrador a Aguascalientes!