Deseo con todo fervor de sentimientos encontrados hacer desde este modesto espacio un merecido reconocimiento por su conciencia social que hace mucho tiempo no se veía, dar el paso a una nueva generación que despierta del letargo y expresa con convicción de conocimientos su inquietud de un nuevo despertar, que esperemos sea el inicio de uno verdadero; para que con organización y participación continúe aún después de que termine el actual proceso electoral, que no sea sólo el inicio, sino la continuidad para velar por el futuro de este gran país que ha sido rehén de las injusticias sociales por muchas décadas. El movimiento #YoSoy132, que creo es el parteaguas para cambiar los esquemas, no sólo políticos y sociales de nuestro país, sino el cambio educativo también, que es el pilar para edificar una nueva sociedad que tanto hace falta para un futuro más prominente. Sin educación, pero una verdadera, no hay cambio, con un sistema educativo como el que aún tenemos, tendremos más de lo mismo, con obscurantismo ideológico, sin confrontación de ideas, creyendo que ya todo está escrito y que existe una verdad absoluta. Recordemos que no hay verdad absoluta; las ideas son dialécticas, no son estáticas, ahí la diferencia de los que están despertando a una realidad cruda, pero real, con el fin de buscar el camino correcto y no en el que estamos, que aún no encuentra la salida.
Quiero aprovechar la coyuntura para recordar a mi generación desde la secundaria, la gloriosa 97, primero en Viaducto y Puente de Morena, cerca de San Pedro de los Pinos y después en la calle Ciencias, en la colonia Escandón; a mis amigos y compañeros con los cuales formamos un fabuloso equipo de trabajo en lo educativo, lo deportivo y lo cultural, con torneos deportivos para dejar a un lado la apatía y lograr la participación cotidiana de la comunidad estudiantil, logrando coordinar muchas actividades; una de ellas, los torneos internos para conformar la selección en los torneos inter-secundarias, logrando aglutinar, donde me incluyo, la selección de futbol. Ahí obtuvimos un campeonato a nivel DF, invictos en el primer año, un subcampeonato en el segundo año y una participación entusiasta en el tercer grado, esto porque significaba el terminar nuestro ciclo básico, formando la primera asociación de alumnos, para dejar una bonita y profunda huella de participación estudiantil. De ahí el recuerdo y aprecio a muchos amigos y compañeros, pero en especial a: Amado Dergal Pérez, ahora arquitecto; Roberto Castellanos Reyes, ahora abogado; Emilio Pruneda Huidobro, ahora médico; Enrique Díaz, El Pulgas, ahora ingeniero; Jorge Salazar Escudero, El Barbarita, ahora médico; todos ellos orgullosamente egresados de la Universidad Nacional, y a otros muchos, pero muchos amigos y compañeros.
Nuestro paso por el bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), plantel Naucalpan, significó la continuidad, donde coincidimos un buen grupo de compañeros y amigos de llevar a cabo actividades deportivas y culturales, con el fin de apoyar a nuestros compañeros en no caer en el porrismo, que era un verdadero cáncer en las prepas y CCH. Con estas actividades contrarrestamos en algo a desterrar en algunos compañeros su adhesión a los porros, de ahí surge la formación de nuestra organización: Grupo Cultural Nueva Generación, con una intensa actividad en la cultura, lo académico y lo deportivo, llevando al interior del plantel con el apoyo de las autoridades del CCH: conferencias, música folklórica, a José de Molina y Leopoldo Ayala a recitales, que llenaban las explanadas y salón de usos múltiples con el entusiasmo de la comunidad estudiantil; conferencias magistrales en el periódico Excélsior, donde una compañera nos apoyaba porque su papá trabajaba ahí, en donde se invitó a mi papá a una conferencia sobre el Movimiento Ferrocarrilero de 1958-1959, por haber sido uno de los grandes lideres vallejistas; ésa era nuestra inquietud constante en dejar huella donde nos encontráramos, y afortunadamente hay un gran recuerdo y un gran reconocimiento de quienes nos conocieron por nuestras acciones.
Esta etapa de bachillerato UNAM, es una de las más recordadas por emprender acciones en beneficio de la comunidad estudiantil de nuestro querido CCH Naucalpan, donde se confrontaban ideas, no se descalificaban, con otros grupos como los activistas, los trotskistas y otros más, dialogábamos y llegábamos a entender que podríamos cambiar los esquemas con la participación del estudiantado. Y vaya que logramos muchos acuerdos y cambios; la cultura permeaba en todo el campus del CCH, con audiciones musicales tocando música de Santana, que por cierto de grupo cultural: René, El Sabritas, y Kalim tenían un grupo musical en el que interpretaban su música, así como la conformación de un grupo folklórico interpretando a Inti-Illimani, Quilapayun, Folkloristas, etc.; así como los torneos deportivos, encargándonos el grupo cultural del torneo de futbol porque la mayoría lo jugábamos. Primero la organización del torneo interno con intensa actividad y mucho entusiasmo de la comunidad estudiantil, y de ahí salió la selección del CCH Naucalpan, para los torneos intramuros y el torneo de los barrios, el más recordado por ser el de mayor difusión en el DF de los equipos llaneros, del que de ahí surgieron figuras como Manuel Manzo, Borbolla y muchos más, así como de equipos juveniles de las reservas del América, Guadalajara, Zacatepec y trabucos como Tulyehualco y Zacamel, donde nuestra representación llegó casi a semifinales, donde nos eliminaron los leñeros de Limpia y Transporte del DF; bonita fiesta deportiva donde nos apoyaban todos nuestros compañeros cuando jugábamos en la Magdalena Mixhuca, bonitos recuerdos.
Confrontar ideas con las autoridades del plantel era también nuestra inquietud, quienes nos apoyaban con instalaciones para llevar a cabo nuestras actividades, sin descuidar lo académico; afortunadamente muchos logramos terminar en tiempo de tres años nuestro ciclo para ingresar automáticamente a la licenciatura en la UNAM. Las acciones emprendidas durante los tres años eran bastante intensas, formando un periódico llamado Debate, donde colaborábamos muchos amigos y compañeros para dar a conocer nuestras formas de pensar, apoyando a los compañeros y compañeras, como el caso de una alumna del plantel que fue atropellada y los permisionarios no querían pagar la indemnización correspondiente; pero con la organización y solidaridad se llevó a cabo la detención de autobuses de la línea Huixquilucan, llevados al plantel y una comisión de estudiantes inició las negociaciones. Con el entendido de no pagar, se quemaría diariamente un camión, logrando con esta acción el pago correspondiente. Esto es solidaridad y manejar el problema hasta su solución; sin llegar a los extremos, era una acción necesaria. Otra acción de la comunidad estudiantil fue detener a El Fósil, peligroso porro que tenía azorados a los compañeros; logramos detenerlo con las manos en la masa y llevarlo por toda la comunidad estudiantil, recorriendo desde los Remedios hasta el Palacio Municipal de Naucalpan, y entregarlo a las autoridades correspondientes. Estas acciones nos hicieron unirnos y participar solidariamente en todos los actos que nos beneficiaban de forma integral.
Con reconocimiento y recuerdo nostálgico a mis amigos y compañeros, algunos no se mencionaran por la falta de espacio, a: Benigno Reyes Téllez, El Beni, con el cual inicié la conformación del Grupo Cultural; a Ezequiel Ramos Cruz, El Japonés; Jaime Frederick, El Alemán, con los cuales formamos el torneo interno y la selección del CCH para los torneos intramuros y de los barrios; Antonio Reyes Cisneros, El Toni; a mi tocayo, Rubén Bustamante; a Paco Arce, Alejandro Bueno a Jorge García Robles, sobrino del Premio Nobel de la Paz, a mis amigas y compañeras: Carmen Frías, Leti, Marcela, Lulú, Esmeralda, quien formó parte del grupo folklórico Víctor Jara; a todos ellos y muchos más, mi aprecio y cariño por siempre, por haber hecho posible una gran generación que la llamamos: Nueva Generación.
A otros compañeros que no tuvimos tanto acercamiento, pero nos conocíamos bien ,y que posteriormente serían personajes públicos como: Rosario Robles Berlanga, Juan Antonio Edwards y nuestro campeón Daniel Zaragoza.
Con esto quiero dejar constancia que hay generaciones que juegan un papel importante para dejar huella en el momento histórico en que nos encontramos; por eso el gusto y solidaridad a este gran movimiento de jóvenes que inicia una jornada de activismo dentro del movimiento #YoSoy132, enhorabuena que logren consolidar lo que iniciaron, y no dudamos que con el empuje de maestros y familiares, logren imponer en los récords de la historia su protagonismo que tanto le hace falta a este país, ya que serán el futuro de México; así como muchos de nuestros amigos de generación y compañeros de la UNAM en el bachillerato y la licenciatura han logrado sobresalir por su talento, a todos y cada uno de los que jugamos un papel en nuestro momento histórico, mi reconocimiento y mi solidaridad para los que inician una travesía que el tiempo pondrá en la historia y un gran reconocimiento por haber logrado un tercer debate con los candidatos a la Presidencia, inédito en México, enhorabuena y hasta la victoria siempre.
Por mi raza hablará el espíritu
Rubén C. Rojas Torres