- Las elecciones griegas, ganadas por derecha y socialismo, no dañarán a la economía mundial
- Empresarios locales coinciden en que la crisis europea no nos impacta aquí
La paradoja europea aplaudida por los líderes mundiales que concurren a la Cumbre G-20 en Los Cabos, México, es que la izquierda perdió en Grecia lo que ganó en Francia, y se afianza “colgada de alfileres”, la economía mundial.
Paradoja porque al perder Alexis Tsipras, del partido Syriza en Grecia, se mantendrá el euro en su país; y por otro lado, el francés Francois Hollande, al ganar las legislativas refuerza su apoyo al crecimiento, lo que también quería Tsipras, ante la oposición de la alemana Ángela Merkel, que lidera las medida de austeridad más crueles que haya conocido la historia.
Ayer no fue un domingo cualquiera. Los ojos del planeta se posaron primero en Grecia, “el ombligo del mundo”; después en México, “el ombligo de la luna”, según la mitología griega y azteca. Veinte jefes de Estado y de Gobierno de las naciones más ricas de la tierra, que representan al 90 por ciento del producto interno bruto mundial, al 80 por ciento del comercio global y a dos de cada uno de los siete mil millones de habitantes del planeta, celebraron eufóricos el triunfo del socialismo y el conservadurismo ante la izquierda griega, que significa la permanencia de la República Helena en la Eurozona, y un eventual tanque de oxígeno ante la crisis europea.
Ante este panorama, Ricardo Rodríguez González, Heberto Vara Oropeza, Salomón Gutiérrez Mayorga y Pedro de la Serna López, dirigentes empresariales de la Coparmex, Canacintra, Canaco y CMIC, respectivamente, así como Hipólito Treviño Lecea, secretario de Desarrollo Económico, conversaron con La Jornada Aguascalientes sobre estos escenarios económicos actuales en el mundo.
Coincidieron en afirmar que la economía aguascalentense se tomará tiempo en registrar cualquier impacto o efectos de la crisis europea, tanto por la desaceleración del empleo en Estados Unidos, el rescate español de 100 mil millones de euros, las elecciones de Grecia y una eventual salida griega de la Eurozona.
De acuerdo a la información al cierre de esta nota, conservadores de Nueva Democracia y socialistas del Pasok, consiguieron el triunfo electoral y formarán una coalición con 161 escaños, que sin embargo, se estrellará en el Parlamento Griego contra la oposición de Syriza, que bloqueará toda propuesta de la coalición gobernante, como ocurre en cualquier parte del mundo (en México pasó lo mismo en 2000 y 2006; y en Estados Unidos, en 2008).
Por su parte, el francés Francois Hollande celebró ayer el triunfo de su partido en las legislativas que le darán una mayoría absoluta de 100 diputados, que tendrá como oposición a la ultraderecha del Frente Nacional en la Asamblea gala.
El sábado pasado, el periódico griego Kathimerini, daba cuenta de la gran expectación de su país en la Cumbre de los G-20 que inició ayer domingo en Los Cabos, Baja California, con la reunión denominada Business 20, previa a la Cumbre que hoy lunes se inaugura.
Se prevé que Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y José Manuel Barroso, de la Comisión Europea, hagan una declaración conjunta en la que resaltarán el beneplácito del G-20 por el resultado electoral griego, que concede tiempo a Europa para “remendar otras costuras”.
Uno de los más eufóricos es Jean-Claude Juncker, jefe del Eurogrupo, quien había vaticinado la víspera que “habría graves consecuencias para Europa y sus aliados si consigue la victoria Syriza…
“Si gana la izquierda radical —algo que no se puede descartar— las consecuencias para la unión monetaria son imprevisibles”, diría Juncker, jefe del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, al periódico austriaco Kurier.
Y aquí es donde entraría México, en un caso en que la izquierda griega ganara los comicios: empresarios y funcionario entrevistados por este diario coincidieron en afirmar que el primer impacto sería a través de su relación comercial con Estados Unidos.
Con Europa —dijeron— México tiene un 5.6 por ciento de su comercio exterior y más manufactura que materias primas, contrario a lo que ocurre con su principal socio comercial que es el vecino país del norte.
La crisis europea, con elecciones griegas y sin ellas, impactará a México en la medida en que afecte a Estados Unidos: “Ese es nuestro destino”, coincidieron los empresarios aguascalentenses.
También concordaron en afirmar que: “Nos guste o no nos guste, el mayor triunfo del presidente Felipe Calderón es la estabilidad macroeconómica que en estos momentos envidia el mundo a México”.