Taktika / Batalla Aeronaval - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Adén, Yemen,12 de octubre de 2000. Ignorando el peligro que se aproxima, la tripulación del destructor USS Cole se alinea para recibir su desayuno. Sigilosamente, una barcaza, cargada con 300 kilogramos de dinamita y tripulada por miembros de Al-Qaeda, choca contra el casco del buque de guerra. En cuestión de segundos, 17 marinos son muertos y 39 heridos en el ataque más letal contra un navío estadounidense desde la Guerra de Vietnam.

El incidente arriba descrito obligó, junto con el ascenso de China como potencia y la preeminencia de Irán en el Golfo Pérsico, a la marina de guerra estadounidense a revisar su doctrina operacional para enfrentar los retos del siglo XXI. El nuevo concepto se denomina Batalla Aeronaval (Air-Sea Battle, en inglés), lo cual es motivo del presente artículo.

Durante la mayor parte de la Guerra Fría, la Unión Soviética fue el único rival que se opuso a las capacidades para proyectar poder por parte de la Unión Americana. Al desaparecer la URSS en 1991, el poderío bélico estadounidense no encontró un contrapeso a su ejercicio. Sin embargo, las derrotas en Irak y Afganistán, aunadas al surgimiento de China como la segunda potencia económica del planeta, alteraron el escenario geopolítico y geoestratégico.

En el año 2009 la U.S. Navy y la U.S. Air Force elaboraron un memorándum el cual advertía de las “amenazas asimétricas” en el Pacífico Occidental y el Golfo Pérsico, es decir China e Irán. Las fuerzas armadas chinas han logrado avances significativos en sus capacidades aéreas, balísticas, navales, y de guerra cibernética. Además, China ha estado adquiriendo submarinos a un ritmo de 8-a-1 respecto a los Estados Unidos. Por su parte, las Guardias Revolucionarias iraníes han desarrollado armas anti-buque y lanchas rápidas que serían un fuerte dolor de cabeza para los estadounidenses y sus aliados en el Medio Oriente.

En 2010, la administración de Obama declaró la libertad de navegación marítima en el Mar del Sur de China -cuyas islas son reclamadas simultáneamente por  Brunei, China, Malasia, las Filipinas, Taiwán y Vietnam- como un interés nacional estadounidense. Además, en noviembre de 2011 Hillary Clinton declaró que las prioridades estratégicas estadounidenses cambiarán del Medio Oriente al Océano Pacífico. Asimismo, el mandatario yanqui, Barack Obama, anunció el despliegue de 2 mil 500 infantes de marina a Australia. Finalmente, el 26 de abril de 2012 Japón y los Estados Unidos acordaron el retiro de 9 mil efectivos yanquis del Japón para destinarlos a la isla de Guam y Hawái.

Para tal efecto, el Pentágono creó un equipo especializado en China compuesto por oficiales de la U.S. Navy para aplicar el concepto Air-Sea Battle (ASB) en un potencial conflicto con China. El ASB es consistente con el enfoque tradicional estadounidense concerniente a la guerra, el cual busca sustituir tecnología por recursos humanos y evitar conflictos prolongados con una potencia terrestre, especialmente una como China con sus vastas fuerzas aéreas, navales y nucleares.

El ASB tiene tres vertientes principales: ganar la guerra rápidamente mediante el uso combinado de fuerzas navales y aeroespaciales; uso intensivo de  misiles y municiones de precisión; desarrollar nuevas plataformas, armas y sensores.

Sin embargo, el ASB no es el “arma milagrosa” que sus corifeos pretenden hacer creer. El coronel  estadounidense Douglas McGregor escribió una crítica devastadora de la mencionada doctrina en el Journal de las Fuerzas Armadas, la cual dice: “Los líderes estadounidense ignoran que el resto del mundo no quiere nuestra presencia militar y que los contribuyentes estadounidenses no pueden permitírselo”.

Según el militar yanqui, el ASB ignora la extraordinaria brutalidad y la barbarie que es la guerra, pues sólo incita a ver esta actividad como “un simple juego de video”, en el cual la lucha se lleva a cabo de manera remota e indolora. Además, sin una integración entre las fuerzas estadounidenses y sus potenciales aliados (Corea del Sur, Japón, las Filipinas, Vietnam e inclusive Rusia), el ASB sería una versión del siglo XXI de las guerras de asedio de la Edad Media.


Si algún día los Estados Unidos y sus aliados aplican la ASB contra China, Irán u otro rival, entonces se verá su efectividad.


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