- Trabajadores portaron sombrillas, playeras y mantas partidistas
- Se hizo sentir el rechazo a la reforma laboral
Desde las ocho de la mañana, las centrales obreras de Aguascalientes ensayaban en el segundo patio de Palacio de Gobierno, pues minutos más tarde serían abanderadas por el gobernador del Estado, con motivo del desfile del Día Internacional del Trabajo.
“Observen al maestro de la Federación Democrática de Servidores Públicos”, recomendaba el jefe de ceremonias a una audiencia desacostumbrada a las formaciones.
Ya en el transcurso del evento, entró a Plaza Patria la comitiva de la Sección I del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
De las 50 mil personas que marcharon, la mitad pertenecía a esta asociación. 19 mil 36 activos y seis mil 292 jubilados.
Los eventos trascurrían sin sorpresas, con pocos espectadores detrás de las barandillas, hasta que una nube de sombrillas con la imagen del Partido Nueva Alianza se hizo presente.
El logotipo venía grabado en paraguas sencillos, color blanco, con armazón de metal.
Durante periodo considerable, el gremio magisterial realizó proselitismo a través de su representación en escuelas normales, tecnológicos, preescolares, CBTAS, CBTIS, Cecati, secundarias, telesecundarias, CECYTEA (con 13 planteles en la entidad) y Conalep.
“Evaluación sí, trampas no”, reclamaba a la Secretaría de Educación Pública una de las pancartas.
En tanto, Carlos Lozano de la Torre, titular del Ejecutivo local, salía corriendo intempestivamente hacia el edificio que dirige; otra pancarta demandaba que el ocho por ciento del Producto Interno Bruto fuese destinado a la educación.
Momentos después, arrancaría la participación del sector laboral vinculado a la industria y al comercio.
El sindicato de mariachis, exigiendo sitios para ejercer, fue de las primeras fracciones en aparecer con distintivos del Revolucionario Institucional pues, contrario a lo que se esperaba, ni la Confederación Nacional Campesina ni la Confederación Regional Obrera Mexicana lo hicieron.
A esta altura, portando una camiseta color azul marino, la Unión Nacional de Trabajadores expresaba un no rotundo a la pretendida Reforma Laboral, maniobra que desarticularía los derechos que gozan.
La propaganda priísmo fue aún más variada que la de Nueva Alianza, pues se incluían gorras, playeras y mantas en apoyo a diversos candidatos postulados por el organismo.
La Confederación de Trabajadores de México fue una de las avanzadas más partidistas, en tanto en los elementos de las áreas textil, industrial y de los alimentos también predominaba un ánimo similar.
Al cabo de tres horas de desfile, el último redoble de una banda de guerra se escuchó cercano el mediodía.
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LA GALERÍA COMPLETA DEL DÍA DEL TRABAJO EN LJA