Son maestros quienes están en las aulas decididamente entregando su ser y sus conocimientos en favor de los alumnos para lograr despertar en ellos la inquietud de aprender más, quienes contribuyen a forjar un espíritu crítico y una opinión propia; sin embargo, maestros también son aquellas personas que con sus acciones y forma de vida nos dejan algo de aprendizaje a través de sus enseñanzas. La educación no es para reformar o entretener a los estudiantes, es para inquietar sus mentes, abrir sus horizontes, encender sus intelectos y enseñarles a pensar correctamente, si es posible.
Mientras comenzaba con estas líneas llegó a mí la noticia sobre la muerte del ilustre escritor Carlos Fuentes Macías, quien sin lugar a dudas cumple en gran medida como un ejemplo de lo anteriormente mencionado. Un maestro es a veces quien te enseña sin haberlo tenido propiamente en el salón de clases. Con sus múltiples obras literarias dejó en quienes alguna vez lo leyeron algo para recordar.
Carlos Fuentes, comparable con grandes de la literatura mundial, nos enseñó, entre otras cosas, que la novela es capaz de explicar poéticamente los sucesos crueles y trágicos a los cuales como sociedad ya estamos habituados. Basta citar un par de obras como lo son La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz, para constatarlo.
Sin embargo, el maestro Carlos Fuentes trascendió al campo literario, era un hombre con opiniones elocuentes ante las grandes preguntas que se hacen sobre nuestro país. Durante una entrevista para la BBC, el escritor señaló con respecto a los tiempos electorales, que los partidos políticos mexicanos eran muy débiles ante problemas muy grandes. En este tema, debemos recordar el tropiezo de Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara a finales del año pasado, cuando entre otros errores adjudicó el título de La Silla del Águila a Enrique Krauze, cuando el libro fue escrito por el propio Carlos Fuentes, ante lo cual el maestro dijo que el aspirante tiene derecho a no leerlo, pero “lo que no tiene derecho, es a ser presidente de México a partir de la ignorancia”.
Más allá de los formalismos que hoy el luto demanda, quiero decir que Carlos Fuentes, casualmente por el día de su muerte, es uno de esos maestros sin aula de los que se puede y se debe aprender mucho.
Retomando el tema de la educación, quizá este 15 de mayo haya sido el típico Día del Maestro donde los festejos, el recuerdo de Elba Esther Gordillo, los tiempos políticos y las ganas de arremeter contra los docentes hayan marcado la pauta a seguir; y es que resulta más fácil culpar a los educadores de la podredumbre de un sistema obsoleto antes que analizar y reconocer los esfuerzos de unos pocos por generar una imagen distinta a la del profesor sin compromiso del que tanto nos quejamos.
Desde hace unos varios años pareciera que poco y nada se puede esperar de una estructura educativa nacional que a todas luces resulta viciada y premeditadamente elaborada para dejar en ignorancia y mansedumbre a los educandos. Hoy por hoy tal y como se quiso hacer ver por parte de los priístas, tras los acontecimientos en la Universidad Iberoamericana, quienes piensan diferente son simplemente llamados “inadaptados”.
Lo que los priístas “comprometidos con sus compromisos” no sabían es que en México y gracias a aquellos maestros libres y a esos alumnos reflexivos, que han aprendido a desactivar y cuestionar las mentiras expresas por los medios de comunicación vendidos, hoy algunos grupos de la sociedad se muestran despiertos y con opinión propia, la cual va más allá de la “noticia” manipulada y la encuesta mañosa, gracias a esos maestros que conscientes de la realidad del país educan con valores y con verdad.
Lo dijo el pensador británico Herbert Spencer: “Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros”. Afortunadamente durante la visita de Peña Nieto a la Ibero observamos a muchos educados quienes se atrevieron a ser distintos, quienes desde su trinchera generaron un verdadero cambio. Del actuar de los alumnos y de las ineludibles aportaciones de sus maestros en la formación de sus conciencias críticas y para nada sosiegas el PRI tuvo una lección que los sacó de su zona de confort.
Afortunadamente puedo decir que en la educación no todo está perdido, aún existen esas personas dispuestas a inspirar a los alumnos para que ellos desarrollen un espíritu fuerte y se conviertan en los hombres que sostendrán a nuestro país mañana a partir de sus acciones hoy.
Este 15 de mayo celebramos a los maestros que son capaces de generar un cambio en las personas; ojalá que la figura del docente sea revalorizada y respetada, lo necesitamos para obtener la educación que nos merecemos, al final de cuentas y como lo expresó el maestro Carlos Fuentes, a partir de la ignorancia no se puede aspirar al poder.
Twitter:@VicPerezAlmanza