Lo que ustedes han leído tras el debate, todo es verdad; Quadri lo ganó, Josefina levanta su campaña y Peña Nieto se perfila como el único capaz de ganar la Presidencia de una manera aplastante; es más hasta la playmate Julia Orayen fue lo mejor que pudo haber pasado. Absolutamente todo lo que se dice en los diversos medios y espacios informativos coincide con lo que vieron los ojos de… quienes recibieron un pago por así manifestarlo.
Desde la misma noche tras haber concluido el primer debate presidencial, ya había miles de personas proclamando a su ganador o ganadora. Los tópicos en Internet eran alusivos al debate, las maquinarias fueron activadas para confundir a la sociedad e intentar favorecer a su candidato (basta observar el video que circula en Internet donde el cuarto de guerra de Peña Nieto trata de desactivar los hashtag negativos surgidos en twitter en contra del “candidato sin tiempo”).
Al día siguiente los analistas políticos hicieron lo suyo, dando como ganador en su mayoría a Peña Nieto, otros tantos a Josefina o incluso y pretendiendo burlarse de los ciudadanos dieron como revelación a Quadri.
Quien se lo crea que lo compre. Gabriel Quadri de la Torre, un candidato que no tenía nada que perder y un registro para Elba Esther Gordillo que ganar, sorprendió a los menos educados en política mostrando datos duros, además de utilizar retóricamente el repudio que la sociedad siente por la clase política, para conseguir adeptos y salvar con ello a Nueva Alianza de la quema electorera.
Pero en realidad, si alguien analiza detalladamente sus propuestas, no son más que ideas elitistas, con intenciones de privatizar, a Pemex por ejemplo, y siendo sinceros poco convenientes para la realidad del país. Por cierto, si alguien creía que el supuesto rompimiento entre Elba Esther Gordillo y el PRI era una realidad, basta analizar que Quadri atacó tanto a Josefina como a López Obrador dejando libre a Peña Nieto. Es evidente el pacto subterráneo de ganar-ganar para ambos partidos, el PANAL conservaba el registro además de una jugosa tajada electoral y el PRI obtiene un aliado encubierto.
De este primer debate contrario a esa idea de encubrir y menospreciar los detalles importantes que muchos se han encargado de publicar, hay mucha tela de donde cortar. Comenzaré por señalar al árbitro del encuentro y desastrosas fallas de operación para la ejecución de tan importante evento, ya que con uno de sus primeros errores se encargó de quitarle toda seriedad que debía tener el encuentro entre los candidatos, ya que con la edecán Julia Orayen, que si bien hubiese sido un encuentro deportivo estaría justificada su presencia, fue bastante inapropiado tenerla con tal indumentaria que lo único que provocó es que la gente ahora hable más de la-edecán-del-IFE que del mismo debate. Sinceramente esta no es una crítica insignificante recordemos que en manos de este IFE tan desprestigiado nosotros depositamos la confianza de los votos.
Por otro lado la participación de Enrique Peña Nieto, más allá de mostrar al candidato puntero, lleno de aplomo y comprometido con sus compromisos (tal y como lo mencionó él mismo) nos enseñó al político inmaduro y falto de hechuras para estos enfrentamientos electorales, puesto que dejó muy claro ser un candidato al cual el tiempo no le alcanza, además de ser exhibido como un personaje prefabricado por las televisoras y grupos de poder que lo protegen con la intención de seguir con la política del pillaje.
No es casualidad que hablemos de Josefina Vázquez Mota hasta el final, si bien se puede decir que no hubo un claro ganador, sí hubo una gran perdedora. Titubeante, carente de propuesta y de respuesta ante las acusaciones referentes a sus ausencias como diputada, Josefina intentó pero su presencia no causó impacto, francamente se quedó corta.
Sin embargo, desde el lunes todos los medios le dan la delantera al “candidato si tiempo”, al “pseudociudadano candidato” o a “la jefa” Josefina, lo cual es comprensible, ellos son los que pagan; pero analicen este punto, en todas las encuestas aparece Andrés Manuel como segunda opción, constante. El Universal que da el triunfo a Peña, pone a AMLO después, Reforma que da la victoria a Josefina, sitúa segundo a López Obrador, W Radio que vio ganar a Quadri es seguido por Andrés Manuel. ¿Alguna conclusión de esto?
Entre Peña Nieto, Vázquez Mota y Quadri de la Torre, ninguno de los tres candidatos es un ganador real, mientras que AMLO sí ganó, sean encuestas a favor o en contra siempre aparece como una constante bien ubicado, es decir los demás podrán pagar por salir airosos en el resultados de las mediciones, pero la realidad es que López Obrador desarrolló sus conceptos y se situó como una opción clara entre los electores.
El debate presidencial del domingo estaba tan armado y rígido que muy poco se podría esperar; aunado a eso contrataron una playmate para ayudar a crear una cortina de humo y distraer a los incautos; se ha hecho tanta alharaca de tópicos poco importantes que lo único que se refuerza es la idea de que mientras menos personas sepan la verdad, mejor para el PRI y los grupos de poder que no quieren un cambio verdadero.
En palabras de Andrés Manuel: “¿Creen que regresando el PRI al poder pueda cambiar México? Ahí se los dejo de tarea”. Toco madera.
bien, muy bien, buena critica del debatucho de IFE vendido, felicidades.