España es, una vez más, noticia. El pasado 9 de mayo, el Gobierno español de Rajoy anunciaba el gran problema de sus bancos. La crisis inmobiliaria, aunada a un desempleo como nunca antes se había visto, ha hecho que varios de sus bancos se declaren en quiebra y tengan que ser rescatados y otros estén a punto de hacerlo. Pero, vamos por partes.
Como gran parte del mundo occidental, España compró la fórmula mágica de que los bienes inmobiliarios no tienen más que subir (idea muy arraigada en todo el mundo, aun en México) y, por tanto, se podía prestar a alguien el valor del 90% de la vivienda en este momento, ya que el mismo mercado haría que subiera el precio de la vivienda y, por tanto, el porcentaje adeudado sería mucho menor, con respecto al valor de la deuda. Esto ocurrió, efectivamente, durante algunos años, hasta que se empezó a especular con el valor de los bienes inmuebles. Ya no era un superávit normal que surtía efecto debido al paso del tiempo, sino que se estaba ahora ya inflando el precio de forma especulativa. Los bancos seguían en la euforia de los préstamos a esos niveles y, con el crédito barato, no quedaba más que aprovechar la coyuntura.
Llegó el 2008 y la crisis inmobiliaria americana prendió los focos rojos en España, que ha visto caer, en promedio, un 13% los precios de las viviendas a la fecha. Existen por lo menos un millón y medio de viviendas sin ocupar y, lo más preocupante, existe una tasa de desempleo de aproximadamente el 20% de la población económicamente activa, de los cuales, los que están entre las edades de 22 a 38 años de edad están desempleados el escandaloso 50% de los mismos.
Y no sólo eso; la inversión de la pirámide poblacional española, aunada al desempleo juvenil, llevará entonces a una crisis en su sistema de pensiones, resultado de tener menos personas que ingresen dinero al sistema de pensiones y que hagan que se pague, de cierta forma, a los más viejos, que son más.
El Gobierno español acaba de anunciar un nuevo programa financiero, el cual pondrá en aprietos a más de un banco. Tan sólo el pasado día 7 renunció Rodrigo Rato, el presidente del banco Bankia, el cual ya había recibido dinero en el orden de 4 mil millones y medio de euros y, además, había hecho una colocación de bonos en la bolsa, que resultó ser para los muy valientes, ya que el banco está en severos aprietos. Ni con toda esa liquidez que se le inyectó ha podido salir delante de forma adecuada.
Dos días después, la controladora del Bankia, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) fue nacionalizado por el Gobierno español y se cree que se le tendrán que inyectar otros 10 mil millones de euros, el doble del valor real que tiene esta empresa. Con esto, se confirmó la caída de uno de los cuatro grandes bancos españoles y, los otros tres – Santander, BBVA y La Caixa – no se ve que tengan un panorama nada alentador.
La gran ventaja que tienen estos bancos, sobre el resto del sistema financiero español, es su presencia en Latinoamérica. Santander obtiene el 30% de sus utilidades de México, al igual que BBVA con su filial Bancomer en México. Veremos si estos dos bancos pueden mantener sus políticas actuales en el país o, si bien, tratarán de obtener mayores utilidades por medio de comisiones o campañas como las de BBVA con su Libretón, el cual regala algún producto si se deposita una cantidad y esto hará que tenga mayores recursos el banco para sortear la crisis hipotecaria que se avecina en España. Se calcula que existen, como mínimo, 28 mil millones de euros en deudas hipotecarias tóxicas, es decir, que no se pagarán y que el valor de sus inmuebles es inferior al de la deuda contratada.
Aunado a esto, vemos con preocupación que la industria española no produce ya en España, sino en el mundo entero (gracias a la mano de obra barata y producto de la globalización) y esto no abona en terreno fértil para evitar un mayor desempleo.
Y el domingo 13 de mayo, Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, en su blog personal da sus predicciones europeas, no para el año que entra, sino para los meses que siguen:
- Salida de Grecia de la Zona Euro (previsible), muy probablemente el mes de junio.
- Salida de capitales importantes de los bancos españoles e italianos para refugiarse en lugares más seguros que, en este caso, serán los bancos alemanes.
- Probable cierre de salida de capitales de España e Italia.
- Inyección de capital a los bancos emproblemados por parte del Banco Central Europeo.
- Y la elección de Alemania:
- O toma el riesgo y rescata a España e Italia, aún con la presión de sus habitantes por esos rescates.
- O deja que el euro desaparezca para siempre.
Nada alentador el panorama descrito por Krugman y, como las olas del mar, que tendrá repercusiones en lugares tan lejanos como:
China, el cual, para evitar depender de Estados Unidos, ha hecho inversiones en los bancos europeos en euros de forma importante.
Brasil, el país latinoamericano que más depende en exportaciones de Europa, que puede ver reducido su margen de maniobra a tal grado de que parezca que el milagro brasileño de Lula da Silva haya sido sólo un espejismo.
¿Quién pudiera ser el triunfador?
Estados Unidos, al no tener ya, otra vez, competencia por un lado y, por el otro, por ser el menos peor de todos, ya que, aunque está mal, ya no estará tan mal como el resto del mundo. Este escenario puede ser beneficioso a México, ya que dependemos en un 80% de lo que pase en el vecino país del Norte.
No queda más que esperar y, cual final de la Champions League, esperar un desenlace histórico y de proporciones mundiales, en el cual todos estaremos expectantes por el resultado alcanzado.
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