- No se ha desarrollado una policía científica: Mariano Azuela
- En este esquema deben prevalecer las “técnicas argumentativas vigentes”: Suárez
Capacitación de actuales y futuros defensores y fiscales, fue la demanda que ayer patentizaron Mariano Azuela Güitrón, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Humberto Suárez Camacho, magistrado de circuito, durante la inauguración del Aula de Juicios Orales en la Universidad Panamericana.
Toda vez que el Estado mexicano procesa un cambio en su sistema de impartición de justicia, para migrar de lo escrito a lo oral y presencial, Azuela refirió que “no se debe festinar de inmediato que esto va a ser exitoso”, pues aún no se cuenta con una policía científica sólida, la cual deberá respaldar a los tribunales.
De este modo, comentó a través de una metáfora, que el jurado de determinado caso puede conmoverse con el acusado.
Tras exponer que en dicho sistema “se tendrá muy claramente establecida la presunción de inocencia” de toda persona, dijo que la preparación en el Poder Judicial debe ser pormenorizada, pues contrario a la antigua usanza el método en comento no partirá de una declaración de culpabilidad emitida por el propio indiciado, ya que deberá agotar las vías para demostrar, precisamente, su inocencia.
En el recinto, cuyo cordón inaugural fue cortado a las 16:35 horas, Suárez Camacho anotó que en efecto incluso los jueces en activo deberán adiestrarse en torno al desarrollo de “técnicas argumentativas vigentes”, a manera de no caer en las citadas conmociones.
“Para bien o para mal se requerirá un derecho a la confrontación… una presentación del mejor argumento sobre el otro”.
Más adelante mostró preocupación pues si bien diversos planteles educativos ya complementan la formación de sus estudiantes de derecho, el sector gubernamental exhibe cierto rezago.
“Necesitamos un Ministerio Público capacitado… que sea capaz de presentar un caso debidamente sustentado para poder determinar que una persona vaya o no a prisión”.
Señaló que el esquema actual concede a los jueces un periodo durante el cual se puede meditar un resolutivo, y que con el planteado, algunas ocasiones, se exigirá “una reacción inmediata para calificar o descalificar situaciones que se presenten”.
En términos de justicia la oralidad ya no sólo se limita a lo penal, sino que ahora se traslada a los juicios mercantiles y administrativos, añadió el magistrado, quien momentos después presentó un libro bajo el título de Elaboración de Proyectos de Sentencia. (Amparo Indirecto en Materia Administrativa).