Señor director:
Con la esperanza de que sean publicados en su diario, me permito hacer los siguientes
comentarios:
El día 21 de mayo en la primera plana de la sección local del periódico El hidrocálido,
apareció una fotografía que ilustra a tres jóvenes de espaldas, vistiendo playeras azules
con la leyenda “Josefina diferente” y con siguiente pie de foto: “¿Apartidista? La manipulación de la marcha sabatina fue ostensible, con la presencia de
activistas del panismo que retadoramente se enfundaron en la camiseta de la candidata
presidencial”.
Al respecto señalo que efectivamente, en un momento dado, esos jóvenes, al igual que otros que manifestaban apoyo a Andrés Manuel López Obrador, se integraron a la marcha, pero otros participantes les pidieron que se separaran, lo cual hicieron. Ello seguramente le consta al personal de La Jornada Aguascalientes, que cubrió el evento, pero no se menciona en los comentarios de la columna publicada en la página 3 de la misma, relativos a la participación de conocidos simpatizantes del pan en la marcha.
Ha de decirse además, que la razón por la que se pidió a los simpatizantes de Josefina y de Andrés Manuel que se separaran de la manifestación no fue por tal simpatía, sino por la ostentación que hacían de ella, pues la idea no era en modo alguno que participaran exclusivamente personas sin simpatías partidistas (lo cual sería ingenuo), sino precisamente que se evidenciara el carácter apartidista del acto.
Quien fija la línea editorial del diario El hidrocálido debería tener en cuenta que las marchas anti Peña que se realizaron en varias ciudades del país, responden precisamente a la manipulación de la opinión pública que intentaron llevar a cabo muchos medios nacionales, y principalmente Televisa, respecto de los sucesos de la ibero (de todos conocidos), pretendiendo hacer creer (con notoria falsedad, como ya se ha evidenciado) que las manifestaciones de rechazo al candidato del PRI habían sido orquestadas por otro partido y con gente ajena a la universidad. Por favor, paren ya la desinformación.
Atentamente
Martín A. González
