SINOPSIS: En la entrega 54 hicimos un resumen de la expansión de Estados Unidos desde su independencia en 1876 hasta la desaparición en 1991 de su indispensable rival, la Unión Soviética, con la cual desapareció su principal pretexto para mantener el estado de guerra permanente: el comunismo, sustento de su industria bélica.
Y cómo, al buscar otro petate del muerto con qué sustituirlo, encontró tres: el petróleo, las drogas psicotrópicas y el terrorismo.
Por lo que toca a las drogas absurdamente prohibidas (recordemos que el cigarrillo y el alcohol, que son las más mortíferas, se pueden comprar libremente en cualquier parte), Estados Unidos convenció a muchos gobiernos y especialmente a sus colonias o satélites más sometidos, a declarar una calculada guerra-desenterrando la War on drugs que Nixon declaró hace medio siglo y que en español se ha traducido como lucha frontal contra el narcotráfico- que no debe terminar porque actualmente es el negocio más próspero del mundo. Para ello le encomendó tareas policíacas a su Comando Sur que extendería a ejércitos latinoamericanos, con el pretexto de perseguir narcotraficantes.
Así vimos cómo el Imperio empezó a estrechar sus pinzas contra el istmo centroamericano -con lo que yo llamo el Plan Colmex- mediante los siguientes pasos: Primero, El Tratado de “Libre” Comercio de América del Norte de 1994 con el que sometió a México; Segundo, el Plan Colombia de 1998, con el que coronó su ingerencia de varios decenios, incluyendo la imposición de su sistema político con sólo dos partidos, ambos representantes de la oligarquía; Tercero, el Plan México iniciado en el año 2000 para colombianizar este país y cerrar el cerco a América Central por el norte y por el sur. Ahora sí, concluida la sinopsis, continuamos con el punto:
Cuarto. Con la Patriot Act del año 2001, que Bush promueve para imponer restricciones a las garantías de sus propios ciudadanos con el pretexto de combatir el terrorismo -pretexto que nació con la destrucción del Wolrd Trade Center- Estados Unidos regresa a los aciagos tiempos del macartismo y adopta una actitud aún más amenazante hacia América Latina.
Quinto. Su primer objetivo en nuestra región fue Venezuela, el país con mayores reservas petroleras, cuyo presidente pacífica y democráticamente electo, acusado de terrorista sufre un golpe de Estado organizado y apoyado “por la Marina de Estados Unidos y la CIA”, y llevado a cabo el 11 de abril del año 2002 por militares previamente engatusados. De haber tenido éxito imponiendo un dictador dócil a sus intereses, la posición del Imperio se hubiera fortalecido enormemente; pero no contaba con el arrojo del pueblo y de militares leales que rescataron a su presidente y con él su petróleo y su soberanía. (Aquí vale recordar el apoyo que el jefe del Gobierno Español, José María Aznar, dio al de Estados Unidos en esta agresión, por medio de acciones encubiertas de su embajador en Venezuela).
Sexto. En ese mismo mes, el Imperio resarce pérdidas al sumar a uno de los pocos países latinoamericanos que hasta entonces se había negado a someterse al liderazgo militar estadounidense. El general Ricardo Vega García, secretario de la Defensa Nacional, fue al Pentágono a incorporar al Ejército Mexicano al “Escudo Militar para América Latina”.
Séptimo. En septiembre de ese mismo año 2002, las represivas y anticonstitucionales medidas “provisionales” establecidas en la Patriot Act del año anterior, que supuestamente tendría una vigencia pasajera, se convierten en permanentes mediante la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que recibe el nombre de Doctrina Bush. Corresponde, pues, a Bush hijo, la gloria de resumir en un documento las peores recomendaciones de todas las doctrinas particulares de los presidentes de Estados Unidos, a partir de Truman, razón por la cual algunos autores afirman que su doctrina tiene un gran parecido con el contenido criminal de la Operación Cóndor.
Octavo. En octubre siguiente se crea el Comando Norte de Estados Unidos, cuyo dominio comprende de Alaska a México, retirando a este último del Comando Sur, con lo que se puede interpretar que a México se le separa del resto de América Latina para darle un tratamiento especial, o bien para someterlo a un mayor y cercano control.
Noveno. El 24 de enero del año 2003, George Bush hijo crea el United States Department of Homeland Security (Secretaría de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) que, integrada por una veintena de dependencias civiles relacionadas con la seguridad -ya que la seguridad militar está a cargo del Pentágono- y unos 200 mil empleados, nació siendo el tercer ministerio en jerarquía de la Administración Pública. Ése es el grado de importancia que le da a su seguridad nacional el gobierno estadounidense y a cuya política pretende que los demás países se sometan.
(Continuará…)
Aguascalientes, México, América Latina