Condescendiendo a la petición de un amigo mío, el tema a compartirles en esta ocasión versa sobre el tema marítimo ambiental. Al sumergirme en la panorámica internacional, me percaté que en junio del 2012, en Panamá, se celebrará la 64 reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Dicho organismo opera desde 1946 en base a la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas y su finalidad es regular la caza y el comercio de cetáceos. Actualmente son 89 los países miembros, incluyendo a México.
Desde su constitución, los dos platos de la balanza son:
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La conservación y protección de los cetáceos.
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La caza comercial de los cetáceos.
Japón se ha destacado por su estrategia, con la cual ha logrado sostener su postura a favor de la caza comercial; a nivel internacional se sospecha que ha invitado a países en vías de desarrollo a ser miembros del CBI a cambio de pagarles sus cuotas y otros subsidios, claro, ellos emiten su voto a favor de las necesidades de Japón.
Con la finalidad de colocar un candado a esta práctica “de pago de favores” el Reino Unido expuso en la última reunión de la CBI, efectuada en 2011, la propuesta de que los miembros realicen el pago de sus cuotas a través de transferencia bancaria en lugar de efectivo; ésta fue aprobada, tal vez Japón pensará como táctica el introducir previamente el dinero en sus países amigos, así las transferencias llevarán el registro del país miembro.
Otra incongruencia dentro de la CBI versa sobre la “veda” a la caza comercial impuesta desde 1987, ésta ha sido digamos –violada- por países como Japón, Islandia y Noruega, quienes la han disfrazado con el pretexto de fines científicos. Al terminar de leer algunos de los estudios “científicos” del programa JARPA I y JARPA II, elaborados por Japón, créanme que no encontré la lógica de sus acciones; los resultados arrojados no justifican la –matanza- de las ballenas por la ciencia, más bien, tienden a reflejar un interés económico. El proceder de este país es agresivo, invasor, no respeta las áreas decretadas como santuarios de ballenas, ingresa a ellas para su caza comercial.
Según las memorias de la reunión de la CBI en el 2011, Brasil y Argentina retomaron la propuesta para establecer un santuario de ballenas en el Atlántico Sur. A unas pocas horas del cierre oficial de la reunión anual, Japón y sus aliados abandonaron el recinto, evitando así se efectuara la votación de los miembros por no alcanzar el quorum requerido. En la próxima reunión anual de la CBI, ésta propuesta regresará a la mesa de negociaciones, irá secundada por países latinoamericanos, pero las crisis acontecidas en Japón en los últimos meses abren la puerta para impulsar la defensa de los cetáceos.
Señalamientos de la ONU y de la UNEP indican que en el 2050 los recursos marítimos y su biodiversidad estarán seriamente afectada por sobrepesca, malas técnicas – tecnologías – y por no respetar el ciclo de recuperación propio de los ecosistemas.
Un informe de la FAO afirma que el 80% de los recursos pesqueros mundiales están agotados, sobreexplotados o no admiten expansión de la presión pesquera, ¿Usted cree que lo conozcan las autoridades japonesas?
Estimado lector, el documental The End of the Line, basado en la investigación del periodista Charles Clover, aborda la temática de la sobrepesca en los océanos del mundo. Este rodaje, usted lo puede encontrar fácilmente en Internet – claro, adivinó usted, por supuesto que aborda un poco las acciones de Japón pero enfocado al tema del atún rojo (esta especie está catalogada dentro de la lista mundial de las diez especies en peligro de extinción, en vía de colapso. Se me pasaba compartirle un dato importante: un atún rojo se cotiza en el mercado a un precio entre 500 a 800 euros. En enero de 2012, en el mercado de pescado de Tsukiji en Tokio, un atún rojo de 269 kilos fue vendido en 725.587 dólares, es decir, en 56.49 millones de yenes.
México se ha proyecto a nivel internacional como un defensor de los cetáceos: ballenas, delfines, marsopas.
Aún no olvido la experiencia mística que viví en el Archipiélago Revillagigedo, localizado cerca de los Cabos en BCS, cuando una ballena y su ballenato se acercaron a –jugar- con quienes nadábamos. Yo, en el agua, frente a mí el ojo de la ballena; esos segundos fueron extraordinarios, vi mi reflejo en su ojo; encuentro difícil narrar en pocas palabras esa conexión que sentí y viví con ese cetáceo tan grande en tamaño pero pequeño dentro de un ecosistema intervenido por el hombre.
Doctorando Sandra Mendoza Barrera.
Abogada especialista en ambiental y marítimo.
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