Como cada año, se efectuó el tradicional Desfile de Primavera dentro del marco de la Feria Nacional de San Marcos, a donde asistió un importante número de personas que, desde temprano, comenzaron a ocupar las gradas instaladas alrededor de la Plaza de Armas, así como en las banquetas de las calles, por donde se abrirían paso los diversos contingentes y carros alegóricos que conformarían este desfile, el cual arrancó desde la avenida Adolfo López Mateos, para después subir por la calle Jesús Díaz de León y doblar por Juan de Montoro hasta llegar a pasar frente al Palacio Municipal y Palacio de Gobierno, y después tomar la calle Madero y así seguir su recorrido hasta finalizar en la glorieta del monumento a Benito Juárez.
Poco antes de dar arranque al espectáculo en la Plaza de Armas, se anunció el arribo de Carlos Lozano acompañado por Blanca Rivera Río y por el obispo José María de la Torre, quien parece seguir aceptando todas las invitaciones que se le hacen para eventos públicos; ocupando así el templete principal, en donde además estaba Lorena Martínez, alcaldesa de la capital, y Elizabeth Martínez, presidenta del DIF municipal, así como secretarios de estado tales como el de Medio Ambiente, el presidente del Patronato, el director del ICA, el jefe de Gabinete y el titular de la Seguot, por mencionar sólo algunos. En esta zona VIP parecía que, incluso, había servicio de meseros, quienes llevaban las bebidas a los allí asistentes; claro, lo mejor de lo mejor para disfrutar de este desfile.
Fue así que integrantes del circo Alegría abrieron el espectáculo con acrobacias que encendieron los ánimos de la gente, que entusiasta aplaudía, luego siguió el grupo japonés de música tradicional Kizuna, quien también recibió fuertes aplausos del público. Con esto se abrió paso a la policía motorizada que encabezaba el desfile, seguido de las edecanes vestidas de elementos de la policía estatal –quienes parece que sí trabajan en la Secretaría de Seguridad Pública pero en cargos administrativos– y como acto seguido malabaristas en zancos, dando un espectáculo de tipo circense.
El desfile continuó con un contingente de la Escuela Normal de Ecatepec, Estado de México, y luego con el primer carro alegórico con temática de la fiesta brava y un niño haciéndola de torero, a quien todo el público gritaba “¡ole!”, continuando con esta alegría a pesar del intenso sol que parecía no tener piedad para quienes no encontraban sombra. Después, los automóviles Nissan Leaf hicieron su aparición en el desfile, con algunas unidades, tal y como ya se había anunciado, y consecutivamente el contingente de la comunidad japonesa en nuestra entidad acompañada por un carro alegórico de este país oriental.
Por supuesto que el estado invitado no se quedaría atrás y también presentó un contingente y un carro alegórico, llenando el ambiente con música tradicional tamaulipeca. Luego los clásicos danzantes matlachines arribaron custodiando el carro alegórico conmemorativo al Santo patrono de esta ciudad y de la verbena abrileña, San Marcos, que curiosamente lanzaba agua simulando ser bendita. Fue así que siguieron contingentes de varios estados, como Veracruz y Michoacán, además de la participación de miembros de los Rieleros de Aguascalientes y del Club Necaxa, así como la participación de diferentes instituciones educativas de diversos niveles.
Con un total de 15 carros alegóricos, por fin llegó el de la reina de la feria y de sus princesas, al que –no se sabe si por cansancio o simple indiferencia– el público presente prácticamente no aplaudió. Pero quien parecía divertirse como enano era el propio gobernador, que aplaudía constantemente y lanzaba los clásicos “¡Viva Aguascalientes’n!”, poniéndose muy seguido de pie; ojalá no le haya incomodado mucho al obispo que estaba a su lado. También Lorena se mostraba muy animada con el despliegue de música y color que manifestaron los diversos contingentes en el desfile.
Al finalizar, rápidamente los equipos de limpia se encargaron de recoger todo el papeleo de colores que se estuvo arrojando constantemente durante el paso de los carros alegóricos, por lo que esto les tomo mucho tiempo. A final de cuentas, parece que todo transcurrió sin mayores incidentes.