Rodolfo Rafael Medina Ramírez
Cuando evocamos la idea de científico a nuestra mente, lo común es que obtengamos imágenes individuales. Dependiendo de la disciplina de nuestro gusto, nuestra memoria se poblará con nuestro retrato idílico deNewton, o Bohr, Maxwell o Roentgen, Pascal o Curie. Incluso podrán sucederse entre sí, pero muy probablemente veremos imágenes de personalidades, no de equipos.
Todavía hoy, en buena medida, si pensamos en logros mexicanos en la ciencia buscamos referentes personales: Molina, Neri. Sin embargo, al revisar la política mexicana de apoyo a la ciencia y la tecnología, encontraremos que la norma es estimular y promover el trabajo en equipo.
Se parte del supuesto que la mayor actividad científica y tecnológica tiene lugar en las instituciones de educación superior, que los investigadores se asocian con los futuros profesionistas y a la par que preparan recursos humanos altamente calificados, contribuyen a la creación de conocimiento. De ahí que un programa específico que tiene varios años impulsando con eficacia el trabajo científico es el PROMEP, Programa de Mejoramiento del Profesorado (1).
Este programa ofrece apoyo a los individuos para que desarrollen sus aptitudes docentes, pero desde la base de que es un docente que comparte su capacidad de crear conocimiento, de desarrollar tecnología, que es una voz autorizada en su disciplina.
En esta ocasión no abordaré los aspectos individuales, sino que me centraré en la otra parte del programa, la que apoya a los Cuerpos Académicos (CCAA). Este programa reconoce a grupos de por lo menos tres personas que comparten una o varias líneas de generación y aplicación del conocimiento. Estas personas hacen evidente esa coincidencia en el trabajo desarrollando proyectos conjuntos, generando publicaciones y respondiendo de manera colegiada a las necesidades de su entorno.
De acuerdo con el sitio web del PROMEP, en la actualidad hay 3,477 CCAA en el país. Como es de esperarse, al principio el modelo de trabajo con el que se evaluaba la seriedad y pertinencia del trabajo de estos equipos se hacía con base en el modelo que se configuró en las universidades estatales o autónomas, aunque otros subsistemas de la educación superior han ido demostrando la necesidad de tener esquemas de evaluación heterogéneos que respondan a la variedad de la actividad científica que se da en las universidades mexicanas.
En la actualidad el PROMEP define reglas para las Universidades Públicas Estatales y Afínes; otras para las Universidades Tecnológicas; otras para los Institutos Tecnológicos y otras para las Universidades Politécnicas y empieza a reconocer a los CCAA de las Escuelas Normales.
Sin importar de qué subsistema estemos hablando, hay tres niveles de desarrollo de un Cuerpo Académico (CA): en Formación (CAEF), en Consolidación (CAEC) y Consolidado (CAC). Los criterios que definen el nivel que ocupa un CA específico tienen que ver con los grados académicos que detentan los integrantes del mismo, la calidad y cantidad de la producción y el acceso a recursos para sus proyectos, fundamentalmente prestando atención a su origen, para expresar de manera sintética el conjunto de criterios que se aplican.
En PROMEP son seis las instituciones públicas de educación superior que tienen CCAA registrados ante PROMEP: La Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Instituto Tecnológico de Aguascalientes, el Instituto Tecnológico del Llano, la Universidad Tecnológica de Aguascalientes, la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes y la Universidad Politécnica de Aguascalientes.
El Instituto Tecnológico de Aguascalientes tiene cinco CCAA, todos en formación. Los cuatro en ingeniería y uno en administración. Reúnen un total de 12 líneas de generación y aplicación del conocimiento (LGAC) y son 18 los profesores que participan en este conglomerado.
El Tecnológico del Llano cuenta con cuatro CCAA. Tres están en formación y uno es consolidado. Conjuntan cuatro LGAC y son 15 los investigadores en activo.
La Universidad Autónoma de Aguascalientes reúne a la porción más significativa de estos entes colegiados. Son cuarenta y ocho CCAA. 19 son CCAA en formación; 23 son en consolidación y los restantes 6 son consolidados. No es tarea sencilla contabilizar las LGAC y los profesores, pero hay una gran variedad de asuntos y un valioso ejército de profesores, con mucho, constituyen el referente en el Estado en lo que se refiere al quehacer científico.
La Universidad Tecnológica de Aguascalientes tiene siete CCAA, todos en formación y cuenta con el registro de 12 LGAC que cultivan 33 profesores.
La Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes tiene tres CCAA en formación, 6 LGAC y 17 profesores trabajando en ellas.
Finalmente, la Universidad Politécnica de Aguascalientes detenta el registro de siete CCAA en formación, de 25 LGAC que cultivan 36 profesores.
La UAA supera en 6 veces los CCAA que reúnen las demás instituciones públicas de educación superior y es la única que tiene CCAA en consolidación. Es claro que la juventud de nuestro sistema educativo se ve reflejada en sus CCAA y quien tiene algo que aportar para mejores prácticas es la UAA.
Los apoyos de este año están orientados a la integración de redes de colaboración, esperemos que los líderes de CCAA sepan promover estos esquemas con la seriedad adecuada y que ello se traduzca en apoyos que impulsen el desarrollo tecnológico de nuestra entidad y mejore la calidad de los servicios públicos de educación superior.
Si los profesores aprendemos a trabajar en equipo, a colaborar sin tener limitantes por la afiliación institucional, si los estudiantes de nuestras universidades integran sus talentos en la búsqueda de respuestas a nuestros retos, seguro que nos encaminamos al país que anhelamos.
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