Operaciones Negras (Black Ops), es un término utilizado en la jerga castrense anglo-americana que define a las actividades llevadas a cabo en secreto, y, en muchas ocasiones, sin registro oficial. Este tipo de maniobras incluyen el asesinato, el sabotaje, el secuestro, la extorsión, el contrabando de armas y el apoyo a los movimientos de resistencia.
Son precisamente los dos últimos tipos de Black Ops, en los cuales se centra el presente artículo; ya que durante la semana pasada, México y Libia fueron el escenario de este tipo de operaciones encubiertas.
1.- John Dodson, agente de la ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) reveló el 3 de marzo al Centro para la Integridad Pública que durante 15 meses, comenzando en octubre de 2009, esta agencia federal llevó a cabo la Operación Fast and Furious (Rápido y Furioso) desde sus oficinas en Phoenix, Arizona.
La mencionada acción consistió en la venta de más de un mil 765 armas (incluyendo fusiles de asalto AK-47 y rifles de francotirador Barrett calibre .50) a grupos que abastecen a la delincuencia organizada en nuestro país, con el supuesto objetivo de descubrir la cadena de suministro. El operativo se llevó a cabo, a pesar de la objeción del agregado de la ATF en México, Darrel Gil, quien informó a sus superiores que podría “malinterpretarse” por las autoridades mexicanas. No obstante las impugnaciones, la ATF decidió continuar con la operación.
Pronto, la manipulación se volvió contra sus creadores: en mayo de 2010 un oficial de la “migra” se enfrentó a bandidos en la frontera con México. Los criminales huyeron pero dejaron sus armas, las cuales fueron rastreadas y se descubrió que formaban parte de la venta de la Operación “Rápido y Furioso”. Pero lo peor estaba por venir: el 14 de diciembre de 2010, el agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, fue muerto en un tiroteo. Luego se reveló que el arma con la cual había sido ultimado pertenecía, también, al mismo ejercicio clandestino.
Para la ATF, organismo dependiente del Departamento del Tesoro, la operación fue un “éxito”, ya que del total de armas vendidas, 797 fueron recuperadas en ambos lados de la frontera, incluyendo 195 en México. Por su parte, el agente Dodson difiere, pues comentó que con las armas “se van a cometer delitos en ambos lados de la frontera” y agregó: “no hay nada que podamos hacer para recuperar esas armas. Las hemos perdido”.
Finalmente, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un timorato comunicado en donde decía que solicitaría información detallada sobre el asunto en cuestión a las autoridades estadounidenses.
2.- Mientras “Rápido y Furioso” era revelado, en las candentes arenas del desierto libio un equipo clandestino británico, conformado por el MI-6 (Inteligencia Militar) y el SAS (Servicio Aéreo Especial) descendía el 3 de marzo a 32 km de Bengasi, el principal bastión rebelde, para contactar a los insurgentes y evaluar la situación humanitaria.
Los militares británicos fueron interceptados y capturados, y se descubrió entre sus pertenencias un sofisticado equipo de radiocomunicaciones, armas y múltiples pasaportes. Las fuerzas anti-Gadafi se enfurecieron, pues el incidente puede, potencialmente, minar su afirmación de que la revolución sólo tiene raíces domésticas y que no es financiada desde el exterior.
La captura del equipo SAS fue un momento embarazoso para los británicos, ya que su embajador en Libia, Richard Norther, tuvo que disculparse en un programa de televisión con los líderes rebeldes. Por último, Gadafi acusó a Gran Bretaña de “practicar el neo-colonialismo”.
NOTA.- Agradezco las facilidades por parte del Departamento de Ciencias Económico-Administrativas del ITA para impartir la Conferencia “Situación en el Medio Oriente y África del Norte”.