Continúan los éxitos del pianista aguascalentense Bernardo Jiménez Casillas en la bellísima ciudad de Mónaco, al interpretar composiciones del maestro Arnulfo Miramontes Romo, dentro del concierto que organizó la Fundation Turquois y que tuvo como escenario el prestigiado Le Théâtre de Variétés.
Conforme a lo relatado por los paisanos asistentes a este concierto, el famoso auditorio del segundo país más pequeño de Europa registró un lleno total, primeramente por tener como garantía a los jóvenes valores musicales mexicanos que realizan estudios en la Académie de Musique Rainier III, y en segundo lugar por la curiosidad generada entre los habitantes de la Costa Azul por conocer las composiciones musicales del también mexicano Arnulfo Miramontes Romo (1882-1960), que gracias a la espléndidas interpretaciones que ejecutó Bernardo Jiménez Casillas a sus obras para piano, llevaron a la audiencia a sacar gritos de aceptación.
Ha sido gracias a la calidad y la pulcritud musical con la que interpreta las piezas musicales Bernardo Jiménez Casillas sobre el teclado del piano, es que la joven promesa aguascalentense ha podido trascender exitosamente en escenarios nacionales, pero sobre todo internacionales. Hecho que genera doble sentimiento de orgullo por el origen del artista, así como una grata inspiración para los jóvenes que intentan sobresalir en este ramo.
En la primera parte del programa musical del concierto estuvo estructurado con obras para piano de Arnulfo Miramontes, como Preludio Núm. 2, Preludio Núm. 4 Op 120, Burlesco, Preludio Núm. 5 Op 104, Romántico, Estudio de octavas Op 60. Y en la segunda parte se tocó su Mazurka en sol menor para Violoncello y Piano Op. 55, con Leonardo Mendoza Maldonado en el Violoncello y Bernardo Jiménez Casillas al Piano.
Asimismo, los becarios de la Fundación Turquois deleitaron a los asistentes del Théâtre de Variétés con piezas musicales del reconocido mundialmente Joaquín Rodrigo con su inolvidable Concierto de Aranjuez en su 2do Movimiento Adagio, tocado magistralmente por Benito Vigil Ruiz en la guitarra y por Bernardo Jiménez al piano.
También se interpretó Un Sueño en la Floresta de Agustín Barrios, “Mangoré” y Kol Nidrei Op. 47 Adagio ma non Troppo de Max Bruch con Leonardo Mendoza Maldonado en el violoncello y Bernardo Jiménez al piano.
En la segunda parte del concierto de Montecarlo, los jóvenes mexicanos de la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de México interpretaron canciones populares como Bésame Mucho de Consuelo Velázquez, A mi manera de Claude François, Granada de Agustín Lara, Serenata Huasteca de José Alfredo Jiménez, y México Lindo y Querido de Chucho Monge en la voz de Jhonatan Marín, y como acompañamiento de la guitarra de Vigil Ruiz.
Inicialmente la beca de la Fundación Turquois de la que han sido beneficiarios estos mexicanos, se creó en un principio para cocineros mexicanos, los cuales trabajan y se desarrollan en los mejores hoteles de Mónaco y realizan sus estudios en el Lycée Technique.
Posteriormente las becas se ampliaron en número, siendo la música en donde se han desarrollado las jóvenes promesas de nuestro país, ya que realizan sus estudios en la afamada Academie de Musique Rainier III, siendo esta la promoción de becarios número 18.