-“Cuando me pidieron ir a la guerra de Irak yo dije que no: no me interesaba este tipo de cobertura que depende sólo de los boletines del Estado Mayor. Así no hay periodismo posible, ya que no hay forma de saber sobre el terreno en qué medida esa información refleja o no la realidad”-
Ryszard Kapuscinsk.
Con todo lo que se ha desatado, en torno de los acontecimientos a nivel internacional, nacionales y estatales se vislumbra un panorama interesante en lo que se refiere al manejo de la información, donde se están viendo amenazados en sus intereses los gobiernos de países de todo el orbe, donde se esta viendo hasta qué grado son vulnerables al espionaje informático los gobiernos de los país más desarrollados en cuestiones económicas. El fenómeno de los WikiLeaks está cimbrando todo lo que se mueva en estos tiempos, no hay reunión de carácter mundial en que el fantasma de los Wik Leaks de lo que se pueda filtrar y afectar los resultados de esos cenáculos.
Es de todos sabido, que el que manejo de la información tiene mucha probabilidad de tener el control de sobre infinidad de manifestaciones en cuestiones de poder. El manejo de la información es en resumidas cuentas la conducción del poder. Una prueba de esto que estamos mencionando está en la controversia de lo que sucede actualmente con el grupo Televisa y los grupos editoriales de Reforma y Proceso.
Las controversias vertidas a nivel nacional de parte de Televisa contra el Grupo Reforma que inició desde hace tiempo y últimamente con la revista Proceso, Televisa pretende con toda su estructura de medios imponer un modo de ver la realidad que esté de acuerdo a sus intereses, lo cual se torna peligroso, al mostrarnos un visión de que las condiciones de crisis en todos los ámbitos de la vida del país, el mensaje que manda esta televisora es la de culpar a los otros de lo que pase. El tono de escándalo que utilizó contra el Seguro Social, por la falta de medicamento, la cruzada que emprendió a favor de la “buenas costumbres” por los avisos clasificados del grupo Reforma en torno a la publicidad de servicios con tintes de sexuales, los hace.
Últimamente en las baterías de ataque se están enfocando en el grupo del semanario Proceso con una descarada de barra de “noticias” que le señalan de estar coludidos sus –reporteros- en las garras de los cárteles del tráfico de drogas.
Aunque a muchos no les guste pero las verdades no son bien vistas si éstas están dando una tonalidad de la que no se puede controlar. Los maestros no dan más, de lo que dicen sus programas y se tornan hasta sectarios con los alumnos que cuestión sus maneras de enseñar, ellos (los mentores) son los que tienen el poder y lo ejercen, este tipo de manifestaciones se ven en todos los ámbitos de la vida cotidiana, una carencia total de proceso democráticos, aunque a todos se les llena la boca en decir que se vale hacer que se participe en todo, que es posible cambiar y que además es posible.
Todos defienden sus cotos de poder hasta los más precarios y elementales, procuran mostrar la fuerza de lo que se puede ser capaz, eso es lo importante. De allí de lo trascedente e importante de lo que está pasando en estos días en todo el mundo con el fenómeno de los WikiLeaks, ya que todo, todo se puede desnudar, y eso causa desasosiego.