- Establecimientos hacen su agosto en diciembre aprovechando el alto circulante de dinero
- Aprovechan el aumento en la demanda de productos de la época y la afluencia de compradores
Algunos locales comerciales del centro de la ciudad y otros establecimientos de zonas que registran una alta afluencia de personas, aprovechan la llegada de la época navideña y el aumento de circulante monetario por la entrega de aguinaldos a los trabajadores, para aumentar arbitraria, abusiva e injustificadamente los precios de los productos que ofrecen.
Al realizar un sondeo entre los consumidores que se encontraban en el centro de la ciudad, fue claro el descontento que demostraron al cuestionarles sobre los aumentos, acreditando los cuestionados este tipo de hechos, pues año con año se registra la misma historia, así lo confirmó la señora Adriana, quien agregó que a su parecer puede ser comprensible que aumenten los precios, ya que son comercios que pocas veces registran ventas, añadiendo que aún así le parece injusto que “a costillas de quienes ya de por sí tenemos poco, quieran hacer su agosto”.
Por su parte el señor Sergio, acreditaba esta situación al relatar que hace algunos días él y su nieto acudieron a uno de los locales eventuales que se instalan en esta época junto al centro comercial El Parián, para que su nieto escogiera su regalo navideño, obsequio que no rebasaba un precio de 150 pesos, pero que le fue imposible comprar en ese momento porque no contaba con el efectivo necesario para liquidarlo, continuó el relato especificando que apenas el día de ayer, cuando volvió al mismo local para, ahora sí, adquirir el artículo se encontró con la sorpresa de que el valor del mismo objeto había aumentado su precio a 250 pesos en solo dos días.
“Ya para qué, si de todos modos ya lo compré en ese precio”, respondió el afectado al cuestionarle el por qué no había acudido ante las instancias federales que se encargan precisamente de proteger los derechos de los consumidores, agregando que “tampoco hay manera de comprobar que el precio del reloj era menor antier, no tienen listas, no tienen cajas registradoras que lean códigos de barras, y es que aunque me crean, qué viene ganando uno, ya hice el gasto”.
Mientras tanto, Paulina se dijo también víctima de estas irregularidades, ya que en una situación similar a la del señor Sergio, regresó a un local a comprar un equipo de comunicación celular que un día antes estaba lo había visto en oferta, pero con asombro tuvo que postergar la compra al ver que no le respetaron el precio con el que lo había visto un día antes. Al cuestionarle qué excusa le daban los empleados de la tienda donde iba a realizar esta compra, explicó que con un enorme cinismo le dijeron que ese modelo de celular no había tenido rebaja nunca.
Añadió la profesionista que el motivo de su pretendida adquisición no atendía a las denominadas compras de pánico, “simplemente lo quería comprar en estos momentos porque recibimos más dinero con el aguinaldo, además de que quería aprovechar la oferta”.
Finalmente explicó que había visto en varios establecimientos comerciales algunas promociones que prometen la venta de artículos en mensualidades sin intereses, pero esta venta se limita a los usuarios de tarjetas de crédito, situación que según comentó evitará realizar lo más posible por el desgaste económico que representa para ella el utilizar el plástico que jamás se termina por pagar, además de que en su experiencia, endeudarse de esta manera, le impide salir fácilmente en la denominada cuesta de enero.
