- Después de dos meses de la prohibición de venta de antibióticos sin receta médica
A partir de la entrada en vigor de la ley que prohíbe la venta de antibióticos en farmacias sin la presentación de la receta médica correspondiente, misma que entró en vigor el pasado 25 de agosto, farmacias se valen de estrategias para evitar continuar con el desplome en las ventas a través de diferentes mecanismos tales como la prestación del servicio de consulta en las instalaciones anexas a dichos comercios, lugares donde incluso el servicio se presta gratuitamente.
Aún y cuando esta situación esté disfrazada de buenas intenciones para regular el consumo excesivo de medicamentos y evitar sobre todo la automedicación entre la ciudadanía, por los riesgos a los que esto conduce tales como la resistencia de enfermedades a productos e intoxicaciones, por otro lado se deja ver que desde el Congreso de la Unión la discusión se tintara políticamente cuando el vicecoordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Silvano Aureoles, denunciara que esta ley “tiene como objetivo beneficiar a las empresas de Víctor González Torres, dueño de la cadena de farmacias Similares, mismo que guarda un parentesco estrechamente cercano con el presidente Nacional del Partido Verde Ecologista de México, Jorge Emilio González”.
A partir de esta premisa, se ha dejado ver que estas farmacias, ofrecen los servicios de la “simi consulta” a precios muy por debajo de la competencia para incentivar la venta de sus productos a los asistentes, misma situación que ha ocasionado una reacción en cadena en cuestiones de salud, mercantilizando lo que por un inicio el tener salud, se considera un derecho.
Agregamos a esto, la situación en que disponen a los laboratorios de patente, mismos que comienzan las alianzas con diferentes consultorios médicos particulares, ofreciendo servicios de toma de muestras para la realización de análisis clínicos gratuitos con la promesa del obsequio de alguna dádiva a los asistentes a estas jornadas médicas. Asimismo farmacias que no han conseguido la instalación de un consultorio en el edificio contiguo al establecimiento, realizan por su parte conferencias, ferias de salud y toma de muestras, todo esto engalanado con la tan poderosa palabra “gratuito”.
De entrada, pareciera que el “ganón” de todas estas acciones es el usuario de los servicios médicos, pero no hay que dejar de reflexionar sobre la evidente inexistencia de cultura de prevención y previsión entre la “mexicanidad”, sumándole a esto la carencia de recursos para allegarse de los servicios de calidad y la falta de desinformación de la población, guiso que continúa cocinándose a través de los discursos demagógicos de que a la ciudadanía, aún tiene el derecho de elección.