- Guerra de líquidos con Fernández Noroña
- Hace seis años la realidad era otra
El pasado viernes, estuvo de visita por Aguascalientes el diputado federal por el PT, Gerardo Fernández Noroña, personaje polémico por la saña con la que ataca el gobierno federal durante sus intervenciones en la máxima Tribuna legislativa, además de su evidente apoyo al Movimiento que trata de impulsar al perredista Andrés Manuel López Obrador como candidato a la presidencia de República en las próximas elecciones.
El motivo de su visita: la participación dentro de los foros del VI Congreso de Ciencias Políticas que organizó la Universidad Autónoma de Aguascalientes, a través de la Asociación de alumnos de esa misma carrera.
Lo trascendente del hecho es que previo a su presentación en el foro sobre “ideología” el cual sería hasta las 5:30 de la tarde, el diputado se encontraba comiendo en un restaurante ubicado precisamente frente a las instalaciones donde se llevaría a cabo su intervención cuando apareció en ese mismo restaurante quien iría a ese mismo foro en representación de Jesús Ortega, el mismísimo Fernando Belauzarán, político de izquierda perteneciente al grupo contrario de Alejandro Encinas y que en algunas ocasiones acusara a AMLO de incongruencia y de inmadurez política, cosa que al parecer a los seguidores del ex jefe de gobierno y a Gerardo Fernández Noroña no les ha caído muy bien y para muestra basta ver los dimes y diretes que han escenificado ambos personajes a través de sus páginas personales en la red social Twitter, discusiones que pasaron de lo virtual, a lo real, al momento de encontrarse en ese mismo establecimiento, pues la pelea continúo en ese lugar donde además de “hacerse de palabras” pasaron al plano de las agresiones cuasi físicas, pues Belauzarán, en un momento de calidez política le arrojó a Fernández Noroña una copa de agua, cosa que al segundo en cuestión no le pareció y tal como si fuera un duelo que en lugar de guante blanco, le contestara aventándole otra copa pero de vino tinto. El desenlace de este encuentro: sólo manotazos políticos que al final concluyeron en que el diputado federal llegara a su presentación apenas 15 minutos tarde.
Hace seis años, dentro del glamur y la expectativa por un nuevo gobierno, el Teatro Aguascalientes estuvo abarrotado de personajes importantes o por lo menos muy mediáticos, en la toma de protesta de Luis Armando Reynoso: Hugo Sánchez, el todavía gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, el pintor José Luis Cuevas, Santiago Creel, entonces prepreprecandidato del PAN a la presidencia de la República… en fin, tan concurrida estuvo que personajes importantes para la comunidad local, como el finado obispo Ramón Godínez Flores y tuvieron que quedarse afuera por el exceso de invitados y la falta de organización.
Seis años después, el evento estuvo concurrido, pero solamente por los funcionarios del gobierno del estado y sus familias. En el teatro se apreciaban muchos huecos que los organizadores no pudieron llenar. Toda aquella gente, que hace seis años pretendía de una u otra forma colgarse del gobierno de Reynoso para hacer negocios, sentirse importante por algunos momentos o que en el camino fueron quedando por discrepancias con el todavía gobernador.
De su partido, pocos, solamente representantes de los representantes. Funcionarios de segundo pelo. Sus fieles: Justino y Vicente. Vicente y Justino. Uno político desgastado, ocurrente y dicharachero, que tiene sobre conciencia el inicio de la espiral de violencia que lacera un día sí y otro también al país. El otro, desgastado servidor de Televisa, que tiene a la maltrecha selección nacional en uno de sus peores momentos… y miren que eso ya es decir. Vicente, con su esposa, Martita, la ex pareja presidencial que tan mal sabor de boca dejó a este país.
Del informe, poco que no se esperara. Grandilocuencia y aplausos para todos los que trabajaron con Reynoso y para el gobernador electo, Carlos Lozano y quienes trabajarán con él. Poco o nada para recordar, sólo que Reynoso prefirió no enfrentar a los de defraudados de Invergrup, mucho menos de hablar de pobreza con los de la CEOI, por lo que prefirió salir por una puerta alterna.
La buena voluntad de las autoridades para construir o dotar un espacio ya existente del equipamiento necesario para que los ancianos con algún problema mental tengan un espacio digno, es uno de los pendientes que sin duda no les quita el sueño a los funcionarios.
Pues aunque efectivamente Aguascalientes como otras ciudades en el mundo va que vuela para convertirse en vieja, el remedio se dará seguro cuando esto sea ya una cuestión que esté encima y se convierta en un verdadero problema de “salud pública”, es así como se manejan las prioridades.
Y hablando de prioridades mientras en el PRI hablan de las bondades del presupuesto para el año entrante, otros actores del ámbito empresarial y de otras áreas opinan que el dinero para Aguascalientes viene realmente corto y que no se están contemplando algunas cuestiones prioritarias. Todavía no comienza la administración pero como debe ser, los aplausos y abucheos ya empezaron desde ahora para darle la bienvenida al nuevo gobierno.