- De todas formas se mostraron interesados por conocer el proyecto para emitir un dictamen
- El INBA sería la instancia competente para proteger el patrimonio histórico de La Alameda
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tiene facultad sobre el espacio de construcción del puente de La Alameda para hacer alguna regulación del cuidado y la conservación, aunque igualmente como especialistas en esta área pueden emitir una opinión y hacer propuestas que tampoco se dieron en un momento determinado, aunque el Instituto pidió ya directamente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para revisarlo y emitir algún juicio al respecto.
La razón por la que el INAH no tiene injerencia en las modificaciones que realicen de esta zona es que este espacio no está considerado como patrimonio y esto hace que la ley no le permita al Instituto emitir algún tipo de sanción o prohibir una zona en esta área.
“Sin embargo, aquí en el Instituto viendo el impacto que va a tener el paso a desnivel, porque el impacto que podría tener el paso a desnivel, es que solicitó el proyecto a la SCT para analizarlo, verlo bajo la óptica de lo que protege el Instituto y poder dar un dictamen aún sin que nos correspondan de cómo hacer la obra, de forma que afecte lo menos posible en la estética y fisonomía del lugar”.
La zona de La Alameda es una de las más típicas y representativas de la ciudad de Aguascalientes, porque su construcción representa en un momento dado el desarrollo de la ciudad originado en gran parte por los balnearios de Ojocaliente y la zona del ferrocarril. “Es un área que su fisonomía, sus dimensiones, su entorno natural, algunos factores arquitectónicos la han caracterizado como una parte muy bella, muy importante para la ciudad”.
Alejandro Lozano, delegado del INAH aseguró que no se pueden desconocer situaciones actuales como la problemática del congestionamiento vial por el tráfico en las ciudades, sin embargo deben buscarse soluciones donde se gane la fluidez del tráfico y al mismo tiempo no se pierda el valor estético de la zona.
Para que La Alameda pudiera ser parte de la zona de protección del INAH tendría que venir personal del mismo Instituto para hacer levantamiento de un polígono que pudiera incluir a esa zona, quizá no se consi
deró porque una buena cantidad de las construcciones de La Alameda corresponden al siglo XX y el INAH protege lo histórico del siglo XIX al XVI y lo arqueológico del XV hacia atrás. En este caso la protección podría corresponderle al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que se encarga del cuidado del patrimonio alusivo a las bellas artes.