- ¿Cambios en el PRI?
- Quién fuera diputado
Con sus karmas a otro lado. Aunque Isidoro Armendáriz se reservó la respuesta sobre cuál sería ahora el cargo de Manuel Cavazos Lerma quien fungió como delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI en Aguascalientes, la función de ahora será como Secretario de Acción Electoral del Comité Ejecutivo Nacional en sustitución de Graciela Ortíz González, se nos fue quien estuvo al “pie del cañón” con su amigo Carlos Lozano y que seguirá estando aún en la distancia.
He ahí de nueva cuenta la razón de que se consideren elevados los sueldos de los políticos: se les paga alrededor de 14 veces más que a un ciudadano promedio al que dicen representar y trabajan la mitad del tiempo.
El tiempo que no trabajan, lo dedican a cuestiones de partidos, sin que a la fecha la sociedad se sienta verdaderamente representada por estos organismos. Y el poco trabajo que sí hacen consiste en aprobar o desechar leyes con base en acuerdos que también tienen motivos o fines partidistas.
Si en lugar de eso se dedicaran a hacer aquello por lo que se les paga, no habría sólo dos personas con una solicitud de voluntad anticipada formal y se tendría puntual conocimiento del destino de cada peso de los 3 millones que se etiquetaron para cuidados paliativos.
Si los diputados hicieran lo que deben, ya habría funcionarios destituidos, bajo investigación o sujetos a responsabilidad por los 2 mil millones de pesos de irregularidades de las cuentas públicas; los funcionarios rendirían información exacta y veraz de la aplicación de la deuda a los proyectos de obra para los que les fue aprobada o no habría esa enorme deuda.
Si los diputados desquitaran la dieta, el Poder Judicial, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Instituto Estatal Electoral, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y el Instituto de Transparencia tendrían etiquetado un porcentaje fijo del presupuesto cada año y éstos tres tendrían al frente funcionarios preparados en el tema, objetivos en su función, ajenos a los colores partidistas y que asumieran una verdadera representación del interés ciudadano.
Y hablando del Poder judicial, aunque se ha criticado en ocasiones cómo ha gastado, por ejemplo, con aquella compra masiva de boletos para un concierto de Miguel Bosé, también ahora vemos que es necesario un aumento de presupuesto para este poder.
Estamos hablando que tiene alrededor de 200 millones de pesos anuales, cuando en otros estados, para atender solamente a un municipio, tienen lo doble de este presupuesto.
Pero bien decía Chava Flores: “¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?”