Luego de un arduo año y medio de trabajo y con el apoyo del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FECA) fue posible llevar a la escena Cada quien su monstruo, del grupo Bocón Teatro.
En esta puesta en escena mezcla la presencia de actores en escena con los títeres para contarles a los niños una historia de monstruos distinta a las que antes conocieron.
Aunque los niños cada vez son menos temerosos, los monstruos son siempre parte de algún momento de su vida; por las noches hay seres extraordinarios que los visitan y la mayoría de las veces los aterran, incluso si es sólo porque hablan mucho como pasó con uno de los personajes de esta obra de teatro. Es una historia inspirada en el cuento Salvemos a nuestros monstruos, de Gabriela Leveroni.
Después del primer fin de semana de funciones de estreno que son generalmente la prueba de fuego por ser la primera ocasión en que someten su trabajo de meses ante el público y en particular a los niños que como muchos creadores han comentado ya son los más exigentes por su nivel de honestidad, si no les interesa, dejan de prestarle atención.
Cada quien su monstruo estará con funciones gratuitas, en esta primer temporada durante todos los fines de semana de octubre, con horario de siete de la tarde los sábados y a las seis los domingos. Karina, Alma, Alejandro y Julio en el escenario acompañados por una escenografía móvil que sirve para hacer de día y de noche, en el exterior y en el interior.
La historia narra la historia de una niña que inicialmente se siente aterrada por una presencia que detecta por las noches en su cuarto, incluso hay un momento en que le pide a sus padres que le ayuden para ahuyentarla. En el primer momento cuando cree que se ha marchado empieza a sentir preocupación, qué pasa si el monstruo tiene frío, si sólo quería hablar con ella, si lo único que quería era pasar la noche.
Eso motiva que Alma tome otro rumbo en cuanto al trato que quiere darle a su monstruo e incluso a los de sus amigos a quienes les propone darles alojamiento aunque después la historia deviene en una situación de locura donde es casi imposible controlar a los seres nocturnos, peludos, enormes, terroríficos que según la leyenda sólo buscan a los niños para asustarlos.
A través de la música y los cambios de luces, los niños identifican perfecto el vaivén del tiempo, saben en qué momento se vuelve de día y cuando se hace nuevamente de noche.
Aún estarán pendientes en adelante otras temporadas que se programen en otros espacios y quizá hasta en otros municipios, en mucho depende de la disponibilidad de los espacios porque la escenografía en movimiento requiere de un área disponible para los múltiples cambios que se hacen durante el montaje.
Las funciones son en el Foro La Puga, del centro cultural Los Arquitos, todos los sábados y domingos próximos hasta el día 31. La entrada es completamente gratuita.