- El hilo negro de Jesús Soto
- Herencia maldita, despidos en el ISEA
Sorpresiva fue la declinación de Jesús Soto, quien sonaba como delfín del gobernador para la dirigencia del PAN en Aguascalientes.
Los del grupo vencedor, que acusaban desvío de recursos del gobierno del estado para pagar los votos de los consejeros a favor del presidente municipal de Calvillo, ahora dicen que su negativa a participar se debió a que probablemente se dio cuenta de que no alcanzaría los suficientes y quiso evitar la derrota.
Por su parte, en su sentimiento de derrota y de rivalidad con el grupo que ganó la dirigencia, Soto confirmó con palabras lo que las acciones de los políticos ya nos habían dejado claro a todos: la representación ciudadana se asume cuando los intereses personales se ven favorecidos en el medio político y los partidos, lejos de representar a la ciudadanía, la utilizan para conseguir esos intereses.
Nos referimos a la frase pronunciada por el edil en la conferencia de prensa donde anunció su deserción: “Nosotros como partido no podemos seguir abusando de la sociedad, no podemos seguir mandando candidatos a los distritos que ni siquiera viven en los distritos y no tuvieron un trabajo político detrás”. El buen juez por su casa empieza, señor Soto.
Por otro lado, nos asegura una fuente priísta confiable que es falso que los diputados tricolores de la LVIII Legislatura hayan recibido dinero del gobierno de Felipe González.
Asegura nuestro informante que en aquellos tiempos la bancada trabajaba de la mano y en grupo con los actores, independientemente de los colores, citando por ejemplo a todos los presidentes municipales en comidas con el gobernador para que directamente le expresaran sus necesidades.
Trascendió que el jueves 23 por la mañana hubo una diligencia de reinstalación de un trabajador efectuada en oficinas centrales (junto a las oficinas de Contraloría Interna y Jurídico) del Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (ISEA) y que dicho sea de paso no era el centro de trabajo del empleado despedido, pero en la Junta Especial Número Cuatro cometieron un error “involuntario” dado que la reinstalación tendría que haberse llevado a cabo en el Centro Estatal de la Transfusión Sanguínea, por tener el trabajador su fuente laboral en dicho sitio.
En determinado momento de la diligencia se apersonó quién fue identificado como el Lic. Eliud Guerrero Ortiz y con actitud soez se dirigió al actuario, empleado y su representante legal, interviniendo en acuerdos tomados por las partes, pero pretendiendo que no se le considerara presente en el procedimiento; personal presente en el lugar observaba sorprendido los manoteos e improperios del abogado de avanzada edad.
Pero esto no es lo más grave, el pequeño detalle es el cúmulo de juicios pendientes que serán heredados en el ISEA a la próxima administración que representara una importante erogación de dinero, esperemos que el doctor Ventura Vilchis no deje otro asuntito parecido por allá en Zacatecas.
Y a los que no pueden los “institucionales” del PAN ganarles una es a los juveniles de Christian Gutiérrez, quienes han cooperado en varias elecciones, sobre todo juveniles y que algunas veces han estado del lado del gobernador del estado.
Ahora el ring se trasladó hasta la elección del CEN juvenil del PAN, ganándolo Jonathan García, de Nuevo León, apoyado por el grupo de Gutiérrez y Teresa Jiménez, secretaria estatal de acción juvenil.
El grupo de juveniles de Arturo González y Jesús Martínez apoyó a Juan Pablo Adame, hijo del gobernador de Morelos quien sucumbió en la contienda.
Y si estos son los que han puesto en jaque a los “institucionales” en sus elecciones, habría que pedirles un poco más de participación en cuestiones importantes del partido, donde parece que los equilibrios, una vez más, están rotos y no se ve cómo el PAN pueda resurgir después de tantas traiciones y golpes bajos.