- Son establecimientos con características parecidas al bar 11:25
La Dirección de Reglamentos del municipio capital ha detectado entre cinco y seis puntos rojos que operan como centros nocturnos y que causan ciertos conflictos, por lo que el director del área, Adrián Jiménez Velázquez declaró que ya están trabajando para “ver cómo los limitamos para que se apeguen a lo que es su licencia”.
Los puntos rojos están considerados como zonas conflictivas porque “tienen sanciones seguidas, donde tienen una clientela agresiva, donde nos amenazan a los verificadores, no los dueños del establecimiento, sino la misma clientela, donde existe alternancia y riñas constantes”.
Aceptó que hace falta trabajar más con los dueños de cada negocio ante la posibilidad de que la seguridad privada sea la que permite entrar a personas con armas de fuego al lugar, agregando que en los últimos hechos violentos de inicio de semana, las acciones fueron en la parte de afuera del negocio y a su dirección le compete únicamente “de la puerta hacia adentro”.
Indicó que en las revisiones cotidianas hacia estos negocios en ningún momento detectaron armas, tampoco drogas, “yo hago lo que me toca, vigilar que no haya menores, que cumplan con los horarios, depende el giro es lo que me toca hacer a mí”.
Prefirió reservarse los nombres de los lugares más conflictivos, insistiendo en que siguen trabajando para delimitar o en su caso quitarles la licencia, adelantó que operan en base a las condiciones monetarias de su local, porque tienen el permiso para trabajarlo toda la semana.
Subrayó que estos son similares a las características del bar 11:25, el cual a decir del alcalde capitalino, Adrián Ventura Dávila, estaría siendo clausurado temporalmente pero el ayuntamiento busca la forma de llevar a cabo esta actividad de forma definitiva, después de que un par de personas perdieran la vida al salir del centro nocturno.
Los verificadores son de los más amenazados por parte de las personas que acuden a los establecimientos, destacando que mucha veces están alcoholizados, aun así continuarán realizando las acciones que sean necesarias, “esto es en base a las revisiones que se dan día con día”, puesto que donde vayan notando alguna anomalía, en la misma medida continúan haciendo las verificaciones correspondientes.
Para concretar la clausura de todos estos lugares que ya están bajo la mira de la Dirección de Reglamentos, es primordial llevar un proceso legal, ejemplificando con el caso del bar 11:25, sostuvo que primeramente van a pedir un dictamen para saber porqué quedó asegurado el edificio por parte de la Procuraduría, para conocer si hubo evidencia encontrada y con ello inmediatamente bajo la estipulación del mal uso de la licencia procede la clausura definitiva.
Por lo pronto, explicó que no puede sancionar porque los sucesos estuvieron afuera del establecimiento, tampoco aseguró que haya notado una función normal del negocio, por esto aclaró que no se trata de corregir después de haberse presentado un hecho lamentable, sino que antes de todo deben de aclarar lo sucedido.