Hay de tradiciones a tradiciones, en todas las culturas del mundo, existen infinidad de manifestaciones del quehacer humano, que van desde lo más profano hasta lo que tienen toda una connotación tan emocional, que dejan boquiabierto a los asistentes y a los que tienen la oportunidad de verlos aunque en forma diferida en los canales de televisión, los movimientos acompasados de los desfiles en semana santa, en España, en nuestro país, el desfile del silencio en la ciudad capital de San Luis Potosí, hasta las manifestaciones de fe —con tintes de de delirio— de los participantes en Filipinas donde se van flagelando la espalda. En un sincretismo espectacular en el estado Guerrero, —también en nuestro país—están las festividades del 24 de junio del día de San Juan, (uno de los santos más venerados de esa región), donde se ve una fiesta multicolor destacando las danzas de las Pastoras, de los Moros y de los Tecuanes (es decir, del tigre).
En el mismo estado de Guerrero, para este mes de agosto, en honor a San Bartolomé Apóstol, se desarrolla la “Topa del toro”, que no es otra cosa que un ciudadano se da de topes contra otro, claro de otro barrio o de una comunidad diferente, es un fiesta popular de las más importantes de Tecpan de Galeana, Guerrero.
Tradición popular, con una mezcla de religiosidad, en casi todos los trescientos sesenta y cinco días del año, en nuestro país se hacen presentes, no es casual que de madrugada nos despierten algunos sonidos de cuetes que cerca o lejos nos hacen echar un ojo al calendario para ver en qué templo barrio o comunidad cercana, la festividad religiosa estará de manteles largos.
Según datos hagiográficos, el culto de la virgen de la Asunción, está consignado en siete calendarios antiguos, que expuso el sabio benedictino D. Mario Ferotin, en los calendarios fueron escritos en los años 901, 1039, 1052, 1055, 1066, 1007, y 1072, el cual nos dice de un culto antiquísimo, según lo dice el Boletín de la Real Academia de la Historia. Según datos del Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, dice que siendo las 4:20 de la tarde, de un 18 de octubre del año 1919, se abrió una caja, procedente de Barcelona, España; encontrando en dicha caja encontraron una imagen de la Virgen de la Asunción, con todo y su base, con una altura de 2.46 metros. Sólo la Virgen mide 1.80 metros.
De los festejos religiosos del estado, sin duda el de la Virgen de la Asunción, es la más importante inicia desde el primer día de agosto, y concluye el día 15, pero el más escandaloso, es definitivamente el día 14, cuando los camioneros adornan con globos azules y blancos a sus unidades para torturar a los ciudadanos, con aceleraciones de motor, claxonazos, además de aplicar los frenos de motor los camiones grandes haciendo un ruido que no tienen ni una pizca de solemnidad, que con todo respeto a los católicos y a la feligresía de esta diócesis, es una falta de respeto a los que viven en todo el centro de la ciudad, de los que laboran es esa misma área, que desde las 19 horas, es un ruido, que dura hasta pasadas las cero horas del día siguiente.
Toda manifestación popular es respetable y una expresión religiosa igualmente tiene todo el derecho de hacerse presente, pero ¿qué pasaría si la muestra de “fervor” religioso fuera de otra creencia?, ¿sería la misma tolerancia hacia ella? O ¿se desataría toda una horda de expresiones en contra la expresión religiosa? El respeto, la libre expresión de ideas está sustentada como una parte de las garantías de los ciudadanos mexicanos. Así como la libre profesión de la religión que más se apegue a las necesidades individuales, también la libre expresión de las costumbres, pero hay de tradiciones a tradiciones…