Obesidad y sobrepeso: mercado fácil para la venta de productos “milagro” - LJA Aguascalientes
23/11/2024

A principios del 2010, en México se dio el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria: estrategia contra el sobrepeso y la obesidad; en el acuerdo se reconocía que actualmente el exceso de peso corporal (sobrepeso y obesidad) es uno de los retos más importantes de Salud Pública en el mundo, dada su magnitud, la rapidez de su incremento y el efecto negativo que ejerce sobre la salud de la población que la padece; siete meses después, es decir el pasado 4 de agosto, la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación la norma que regulará los tratamientos para combatir esos problemas de sobrepeso.

Según la Norma Oficial Mexicana que entrará en vigencia 60 días después de su publicación, establece que una persona con estos padecimientos debe ser atendida bajo una perspectiva integral, que incluya componentes médicos, nutriológicos y psicológicos; el documento también señala que el responsable de cualquier tratamiento contra la obesidad debe ser el médico y él es el único facultado para prescribir medicamentos contra este padecimiento y en tanto, los psicológicos, nutriólogos o personas externas que participen en este proceso deben contar con título y cédula profesional.
 
Es preciso mencionar que dicha norma es de observancia obligatoria para todos los profesionales, técnicos y auxiliares de las disciplinas para la salud, así como para los establecimientos de atención médica ambulatoria y hospitalaria de los sectores público, social y privado, que se ostenten y oferten servicios para el tratamiento, según consta en el documento.
 
Incremento de la obesidad y sobrepeso en México
 
En información publicada en la página de internet de la Secretaria de Salud, de 1980 a la fecha, la prevalencia de obesidad y sobrepeso en México se ha triplicado, en particular en la población adulta: 39.5% de los hombres y mujeres tienen sobrepeso y 31.7% obesidad, es decir, aproximadamente 70% de la población adulta tiene una masa corporal inadecuada; adicionalmente, esta epidemia registra una elevada tasa de crecimiento entre la población infantil, lo que se ha traducido también en una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad entre la población escolar de preescolar y primaria de todo el país, y también entre adolescentes.
 
Hoy en día, México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad, después de Estados Unidos de América, por lo que esta condición de sobrepeso y obesidad representa un problema de salud pública prioritario que exige la puesta en marcha de una política nacional que reconozca el origen multifactorial del problema; la epidemia implica costos significativos para el sistema de salud pública, para la sustentabilidad del régimen de pensiones y para la estabilidad económica y social de la población, especialmente de los sectores más pobres.
 
El ISEA y Sociedad Nacional de Medicina General como apoyo de la nueva norma
 
La obesidad y sobrepeso son generadores de muchos problemas en la población, por lo tanto es muy importante la normatividad de los productos y servicios que se ofrecen para contrarrestar el problema, comentó el Subdirector del Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (ISEA), Octavio Jiménez Macías.
 
El subdirector del ISEA reconoce la importancia de regular aquellos productos que supuestamente “ayudan” a bajar el nivel de grasa en el cuerpo, ya que a veces dichos productos no tienen ninguna propiedad propedéutica “hay productos que no están avalados por las autoridades correspondientes así que es bueno que se vigilen ya que se dan los permisos.
Por otra parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Medicina General, Enrique Ávalos Carrasco expresó su preocupación por el tema de la obesidad ya que lo considera un fenómeno y más aún, la pandemia del siglo XXI; además indicó que México ocupa el primer lugar junto con Estados Unidos en obesidad del adulto y en obesidad infantil.
 
En su opinión, Ávalos Carrasco dijo que de cada 10 personas que se encuentran en la calle, 8 están “gordos”, “llenitos” o pasados de peso, lo que trae como consecuencias un sinfín de enfermedades como diabetes, enfermedades de hipertensión, de grasas en la sangre, problemas reumáticos o enfermedades en las mujeres de anovulación, causando problemas de infertilidad, impotencia en los hombres y una serie de problemas también emocionales.
 
Tanto el presidente de la Sociedad Nacional de Medicina General como el subdirector del ITEA coincidieron en que no basta con decir me pongo a dieta o me tomo una “pastillita” para adelgazar, sino que hay que someterse a un tratamiento médico, donde precisamente sea el doctor quien indique cual será el procedimiento que se seguirá.
 
La ilusión de los productos milagro
 
El sedentarismo, la mala o inadecuada alimentación y la cuestión de la pobreza en México, son algunas de las causas de que en la actualidad estemos enfrentándonos al problema serio de la obesidad y sobrepeso en la población; los medios de comunicación y el alto impacto de la mercadotecnia hoy en día ha hecho que el tema de la obesidad ya no sea sólo el hecho de tener grasa de más, sino que dicha grasa en nuestro cuerpo sea un problema menor, el cual puede solucionarse con algún producto novedoso, creando así la ilusión de los llamados “productos milagro”.
 
En el documento de la Norma Oficial Mexicana, se establece la regulación desde las características que debe presentar una persona para someterse a una intervención quirúrgica o tomar medicamentos por su obesidad hasta los criterios que tienen que cumplir los anuncios publicitarios de cualquier producto que se ostente como reductor de peso; también entran en la norma los medicamentos secretos, que son aquellos productos fraccionados, a granel o en envase cuya presentación: no tenga etiqueta, tenga una etiqueta que no incluya los datos de nombre genérico, forma farmacéutica, cantidad y presentación; tenga una etiqueta que contenga datos que no correspondan al producto envasado o no se apegue a las disposiciones legales aplicables.
 
Hoy en día los denominados productos “milagros” representan un mercado bastante atractivo para aquellas personas con sobrepeso, que por la falta de información o en todo caso desinformación compran el ideal de que tal producto los hará bajar de peso sin ningún esfuerzo; es por ello que para tales casos la norma prohíbe expresamente indicar tratamientos y productos que provoquen acelerada pérdida de peso (más de un kilo por semana), que no consideren las particularidades de cada paciente, el uso de hormonas cuando no hay una patología asociada o aparatos y equipos sin eficacia probada.


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