- La principal discapacidad es la motriz, seguida de los problemas de tipo visual
- El 2.3 por ciento de las personas con alguna discapacidad presentan problemas auditivos
Los problemas de audición ocupan el tercer lugar dentro de las discapacidades, y los pacientes que más se atienden en el área de otorrinolaringología del DIF estatal son los adultos mayores, informó la directora de Servicios Médicos, María del Consuelo González Esquivel.
Detalló que entre las personas de la tercera edad es muy frecuente que tengan problemas para escuchar, sin embargo son pocos los abuelos que recurren al especialista, pues piensan que es normal que dejen de oír por la edad.
En este sentido dijo que lo ideal es que las personas acudan a una revisión médica en cuanto detecten que tienen problemas para escuchar, y si su audición no es del 100 por ciento como antes, deben buscar apoyo, pues son candidatos a utilizar un aparato auditivo.
Comentó que entre más tiempo dejan pasar, a los adultos mayores se les dificulta adaptarse a un aparato, toda vez que ya se acostumbraron a escuchar poco y piensan que es parte normal de la vida.
La razón por la que no quieren utilizar un apoyo auditivo es debido a que les incomoda traer en la oreja un cuerpo extraño, no obstante con el uso de éste pueden mejorar bastante su calidad de vida.
Los beneficios inmediatos de mejorar su audición son que se integran a la sociedad, ya que es común que los abuelos que paulatinamente dejan de oír ya no participan como antes en las conversaciones familiares, y esto de alguna manera los desplaza de las actividades cotidianas.
Detalló que el 2.3 por ciento de las personas con discapacidad presentan problemas auditivos, algunos son por nacimiento, otros derivados de la edad, accidentes o enfermedades, entre otros.
González Esquivel indicó que la principal discapacidad es la motriz, en segundo lugar está la visual, y la tercera son los problemas auditivos, de ahí la importancia de que las personas acudan con el especialista en las etapas tempranas en las que se presenta la pérdida de audición.
Resaltó que en el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) se cuenta con especialistas en el área, ya que a los pacientes adultos se les practica una audiometría y a los menores de edad un tamizaje auditivo.
Para las personas que requieren de un aparato auditivo y no cuentan con dinero para comprarlo, dijo que también se tiene a su servicio el área de trabajo social, la cual se encarga de realizarles un estudio socioeconómico para apoyarles con la adquisición del mismo.