- Señala el rector Rafael Urzúa que sería bienvenida hasta la adopción de estas parejas
- “En Aguascalientes pareciera que vamos al revés”, criticó a la sociedad conservadora
En la Universidad caben todas las formas de pensar y ver el mundo, tanto las que coinciden con el común de la gente como las que son totalmente lo contrario. El tema del matrimonio entre personas del mismo sexo no es algo novedoso, es un tema que se ha tratado en diversas partes del mundo y se ha discutido en legislaciones más avanzadas como lo es la del Distrito Federal, comentó Rafael Urzúa Macías, rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) al referirse a que son las instituciones de educación superior un espacio libre para la diversidad.
“Aquí pareciera que vamos al revés, yo dudo que en una sociedad tan conservadora como Aguascalientes prosperara a nivel legislativo una idea como esta, pero finalmente la Suprema Corte de Justicia como resultado de petición para que se declararan no válidos esos matrimonios les da la respuesta contraria”.
Desde su postura la SCJN defendió el derecho de las personas que no son heterosexuales para formalizar su relación como un matrimonio si es que así lo quieren, esta situación no les gusta a algunos lo cual es entendible sin embargo el respeto a este derecho a la diferencia debe prevalecer por encima de quienes estén o no de acuerdo con esta perspectiva.
Entre los valores que la universidad fomenta están la pluralidad y el respeto, de eso se deriva la tolerancia que es una de las cualidades que más se predican y la que menos se practican. “Tenemos que ser tolerantes con formas de vida y maneras de pensar diferentes porque finalmente ahí están las personas y al día siguiente van a estar y van a estar mientras no se mueran y habrá más con otro tipo de ideas y habrá que incluirlas”.
Una sociedad que se precie de ser tal debe tener la capacidad de desarrollar formas de convivencia entre todas las personas que ahí coexisten porque finalmente no existe algún grupo social donde no haya diferencias. “En la universidad, en esta al menos caben todos, de los ateos a los más fervorosos católicos, musulmanes o judíos, desde los heterosexuales hasta los homosexuales, aquí probablemente hay hasta transexuales y nosotros los respetamos y eso es lo que les enseñamos a los jóvenes que para que uno exija respeto de los demás debe empezar por respetarlos”.
Sin importar si las preferencias de una persona varían porque siendo hombre prefiere vestirse de mujer, eso no tiene porque molestarle a los demás porque cada quien tiene derecho a hacer dentro de su vida privada lo que le parezca más conveniente para sí, siempre y cuando al momento de la convivencia esté dispuesto a compartir.
En ese sentido aseveró que nada negativo puede sucederle a la sociedad con que se formalicen uniones como las de personas del mismo sexo en matrimonio, incluso si les otorgan la posibilidad de adoptar porque finalmente es un hecho que hay hijos de familias heterosexuales que la han pasado muy mal por casos de violencia de todo tipo o abandono ejercido contra ellos.
“Hay hijos de familias de estas perfectamente constituidas, bendecidas por un sacramento de cualquier creencia que resulta que ni padre bueno, ni madre buena es, ahí andan los hijos rodando, no es extraño que estén en los orfanatorios o en las casas de asistencia social por haber sufrido abuso de todo género de parte de su propia familia”.