- La falta de equipo adecuado y apoyo a la instrucción son barreras para el aprendizaje
En México, el tema de la calidad en la educación que imparten los docentes, se mide y se pone énfasis particular en la mejoría de los puntajes en las evaluaciones de su enseñanza y con respecto a las prácticas de gestión al interior del salón de clases, así lo señaló el estudio Internacional de Enseñanza y Aprendizaje (TALIS), implementado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México; siendo este uno de los primeros 23 países que se sometieron a dicho estudio.
Más de uno de cada tres maestros, trabaja en una escuela que sufre de escasez de profesores calificados; la falta de equipo adecuado y de apoyo en la instrucción son otras barreras que obstaculizan un aprendizaje eficaz; los maestros mismos a menudo no se sienten suficientemente preparados para enfrentar los retos que se les presentan, por lo cual uno de cada cuatro maestros reporta perder por lo menos 30 por ciento del tiempo de aprendizaje debido a conductas de indisciplina entre los estudiantes o a la carga burocrática.
El estudio revela que en nuestro país, los maestros con preparación a nivel de maestría reciben casi el doble de desarrollo profesional que los maestros con preparación inferior al nivel de licenciatura, es decir, los maestros con menos preparación, que son los que más necesitan apoyo para el desarrollo profesional, son los que reciben menos.
La evaluación a la que se someten los maestros y la retroalimentación que reciben se refleja en su confianza personal; y cuanto mayor sea la retroalimentación que reciben sobre aspectos específicos de su trabajo, más confían en su capacidad para enfrentar sus retos; sin embargo, el estudio en México muestra que 13 por ciento de los maestros no recibe evaluaciones o retroalimentaciones de ningún tipo.
Por su parte, TALIS muestra una interrelación estrecha entre una amplia gama de factores, como un ambiente escolar favorable, convicciones docentes, cooperación entre maestros, satisfacción laboral, desarrollo profesional y la adopción de una amplia gama de técnicas docentes; basado en lo anterior, el cambio de la calidad de la educación en México debe centrarse, principalmente en su docencia, en las políticas que le den a sus profesores la oportunidad de convertirse en lo que gran parte de ellos quiere ser: propulsores de un cambio cualitativo en la capacidad de nuestros niños y jóvenes.