- Son las mujeres quienes cargan con todo el peso de la interrupción de un embarazo
- El objetivo es detener la protección de la vida desde la concepción y la penalización del aborto
En un estado machista las consecuencias de un embarazo interrumpido, las psicológicas, físicas y sociales, las padece la mujer pues el hombre que embarazó a su pareja, aquel que violó a una mujer o el adolescente que tuvo sexo sin protegerse y sin responsabilidad sólo se hace a un lado cuando los problemas se vienen encima. Por lo tanto prohibir la despenalización del aborto es un atentado contra la capacidad de las mujeres por su derecho a decidir, comento Martha Tagle, integrante de la Campaña nacional por el derecho a decidir.
La propuesta del derecho a decidir que es la bandera de esta campaña nacional tiene que ver con muchos aspectos más amplios que abarcan cuestiones de libertad en diferentes ámbitos, expresión, elección en el ejercicio de la sexualidad, decisión de la cantidad de hijos que desean tener y la opción de un desarrollo pleno en el sentido más completo de la expresión. En este sentido la defensa de los derechos de las mujeres a través de la exigencia de la despenalización del aborto y el respeto a las disposiciones en el artículo cuarto constitucional son de vital importancia para los grupos de mujeres en cualquier parte del país.
Si bien no se ha pensado en una medida, ni se contempla proponer que sean los hombres los únicos responsables de un embarazo no deseado si es verdad que los embates en contra de de la despenalización del aborto son actitudes machistas, misóginas, reflejo de la necesidad de control que siempre han manejado ciertas sociedad y que en gran medida se atribuye también a las tendencia de las prácticas de la iglesia católica que de tiempo atrás ha coartado la libertad de las mujeres en el desempeño de diferentes funciones acotándola a las “funciones del hogar”.
Con la discusión que ahora se ha suscitado en los estados sobre la despenalización del aborto han quedado al descubierto casos tan graves como el de Guanajuato donde no conformes con penalizar a las mujeres involucradas en casos de aborto, imprimieron sus propios libros de texto para quitar los temas donde se abordan cuestiones de educación sexual y con el pretexto de estar caducadas retiraron de las farmacias las píldoras del día siguiente porque hasta ahora han sido satanizadas por considerarlas abortivas.
Tagle comentó que se dieron especulaciones acerca de la guanajuatización del país, en ese momento las organizaciones que ha luchado durante décadas por la libertad de las mujeres se pusieron a temblar pues eso implicaría siglos de retroceso en la historia de las libertades, incluso de acciones emprendidas por mujeres que murieron. Por esto las mujeres de las organizaciones seguirán pugnando porque no haya más autorización de la protección de la vida desde la concepción y de ser posible lograr revertir las que ya fueron modificadas.